La comisión asesora del Museo de la Guerra-Batalla de Teruel estrena sede

La comisión asesora del Museo de la Guerra-Batalla de Teruel estrena sede
DGA
Publicado: lunes, 25 febrero 2019 18:51

TERUEL, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Museo de la Guerra-Batalla de Teruel sigue dando pasos antes de su apertura definitiva. La comisión asesora del proyecto, compuesta por profesionales de la universidad y expertos memorialistas de la Comunidad, nacionales e incluso internacionales, se ha reunido este lunes en la que será su sede, el Archivo Histórico Provincial de Teruel.

Este encuentro ha servido para sentar las bases del contenido expositivo que mostrará este museo, creado jurídicamente el pasado año y cuya redacción museográfica y arquitectónica se lleva a cabo este año 2019.

La consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, ha abierto la reunión y ha estimado que este primer encuentro sentará las bases de lo que serán sus contenidos y establecerá un cronograma de actuaciones para lograr que este proyecto "sea un referente nacional e internacional".

En este foro, centrado en la propuesta y organización de los trabajos, han participado también los directores generales de Relaciones Institucionales y Desarrollo Estatutario, Julio Embid, y de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín, así como el presidente de la comisión, el profesor de Historia Social y del Pensamiento Político de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Javier Paniagua.

Paniagua ha recalcado que la misión de este grupo de trabajo es consensuar lo máximo posible entre los distintos historiadores todas las perspectivas históricas y hacer un relato que pueda ser asumido globalmente. "Todos los nuevos museos van por ese camino, como pueden ser los del Holocausto en Berlín o el que proyectó Obama en Pensilvania. Creemos que, después de 80 años, es hora de hacer un museo de la reconciliación", ha manifestado.

Junto a Paniagua, han estado presentes en la reunión los vocales David Alegre, Vicente Aupí, Alfonso Casas y José María Maldonado, así como el diseñador de logotipo que publicitará el Museo, Isidro Ferrer. Los miembros de la comisión, que garantizan el rigor de la iniciativa y avalan sus contenidos, han tenido además la oportunidad de visitar los terrenos en los que se ubicará este espacio expositivo, que ya han sido adaptados para comenzar su edificación.

UN REFERENTE

El pasado año fue creado ya jurídicamente este museo de titularidad de la Comunidad autónoma, que depende del Departamento de Cultura y que está integrado en el Sistema de Museos de Aragón. Desde entonces se ha ido avanzando para concretar lo que supondrá un importante espacio histórico y turístico para la ciudad de Teruel, en un centro que nace con la vocación de referente para poner en conocimiento de la ciudadanía las causas, desarrollo y consecuencias del conflicto bélico en la historia contemporánea de España y Europa.

El Museo de la Guerra de Teruel será un espacio para la reflexión, que mostrará lo que ocurrió en la ciudad y en todo el país durante el conflicto bélico y que pretende aflorar el sentimiento de cada uno de los observadores en contra del odio y la sinrazón.

A este propósito se dedicará el edificio, de 3.500 metros cuadrados, compuesto por dos volúmenes y el conjunto de nuevos espacios que se crearán a su alrededor, que serán en sí mismos una parte fundamental del mensaje expositivo.

Arquitectura y museografía se presentan en esta iniciativa como un conjunto coherente e indisociable que buscan multiplicar el efecto de su mensaje, a través de una exposición permanente, un espacio importante para exposiciones temporales, un auditorio y una zona de servicios con cafetería y tienda.

Además, contiene importantes espacios técnicos para almacenaje y carga y descarga, una biblioteca que será especializada y muy útil para los investigadores y espacios para que las asociaciones memorialistas puedan desarrollar cuantos proyectos consideren oportunos.

PROPUESTAS TODO EL AÑO

El proyecto plantea la posibilidad, gracias a sus servicios y espacios, de contar con propuestas culturales y vinculadas con la memoria durante todo el año, convirtiéndose así en un espacio de referencia cultural constante en la Comunidad, con relevancia también en la difusión y la investigación. Dicha programación estará abierta a las necesidades y sugerencias de las asociaciones memorialistas y los activos culturales de la ciudad y la provincia.

Dos grandes tipologías de módulos museográficos se podrán encontrar en su interior: unos mostrarán la Guerra Civil en su amplio contexto, hasta llegar a la inmediata postguerra, y otros enseñarán lo que ocurrió en Teruel, justo en el año en el que se cumplen 80 años de la batalla de la ciudad, donde se desarrollaron los más violentos y destructivos ataques contra la población civil entre el 15 de diciembre de 1937 y el 22 de febrero de 1938.

Estos módulos serán temáticos, pero no diferenciarán en ningún caso entre bandos, porque el museo quiere llamar a la reflexión y a la lucha contra el odio y la intolerancia. Profundizando en esta idea, el final de la zona de exhibición se plantea abierto, buscando que el propio visitante saque sus propias conclusiones sin pretensión alguna de adoctrinamiento.

Además de la museografía, que quiere hacer comprender a los visitantes la Guerra Civil no solo desde el punto de vista militar sino sobre todo desde la perspectiva de la población civil, el edificio que se situará en la Avenida Zaragoza incluye un gran recinto al aire libre concebido como jardín reservado para albergar una amplia muestra de materiales pesados de guerra (acorazados, tanques) y el recuerdo y homenaje a las víctimas a través de un memorial por la paz en un material que refleja para que la sombra del visitante se vea sobre los nombres y una película de agua que impida el vandalismo.

El proyecto vuelve a poner de manifiesto el compromiso del Gobierno de Aragón con la memoria democrática, tras el impulso durante esta legislatura de una Ley que establece medidas para aquellos que padecieron persecución y violencia durante el conflicto y los años posteriores, y la puesta en marcha de una línea de ayudas para las asociaciones de memoria de la Comunidad, entre otras muchas acciones.