Condenan a un dentista por arrancar una prótesis

Ciudad de la Justicia de Zaragoza
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 13 febrero 2014 16:28

Tendrá que indemnizar a la mujer con 9.000 euros y pagar una multa

ZARAGOZA, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

El dentista Francisco Javier G.S. ha sido condenado por el Juzgado de lo Penal número 7 de Zaragoza a indemnizar con más de 9.000 euros a la paciente, María Felisa P.V., de 58 años, a la que arrancó un 'puente' durante una consulta por una desavenencia en el pago de un tratamiento. Asimismo, deberá abonar una multa de 3.960 euros.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, deberá afrontar una multa de nueve meses, a razón de 12 euros la cuota diaria, como autor penalmente responsable de un delito de realización arbitraria del propio derecho, así como una multa de dos meses a razón de 12 euros diarios por una falta de lesiones.

Además de la multa de 3.960 euros, deberá indemnizar a la víctima, María Felisa P.V., con 9.350 euros, más los intereses legales correspondientes, y abonar las costas del juicio, incluidas las de la acusación particular.

Los hechos ocurrieron cuando María Felisa P.V., con ocasión de que su hija Rosana C.V. trabajaba como recepcionista en la consulta del acusado Francisco Javier G. S. en Zaragoza, concertó una cita para someterse a un tratamiento bucal, la reconstrucción de varias piezas, que se presupuestó en 6.430 euros y se llevó a cabo, "con absoluta normalidad", entre septiembre de 2012 y el 21 de febrero de 2013, fecha en la que se cementó definitivamente la prótesis y la mujer abonó la suma total convenida.

Sin embargo, días después el dentista hizo llegar a María Felisa P.V., por medio de su hija, un post-it en el que había escrito "3.710 euros 1-5 marzo" para reclamarle, además de los 6.430 euros ya abonados, otros 3.710 correspondientes a los gastos derivados de la actuación profesional del protésico dental (a pagar en los cinco primeros días de marzo), que no percibe su sueldo de la paciente sino directamente del odontólogo.

Como la mujer no había sido advertida de que habría que sumar esta cantidad al presupuesto convenido, y aprovechando la cita que tenía el 28 de febrero para revisar su prótesis, acudió a la consulta acompañada de su marido, Jesús C.C., para hablar de ello, conversación que terminó en una fuerte discusión dado que se negaron a pagar más dinero.

"ALTERADO Y NERVIOSO"

En ese momento, el dentista cogió del brazo a María Felisa P.V., sin forzarla, para que entrase en el gabinete y le dijo que, aunque no le pagasen, iba a concluir su trabajo porque era un profesional, a lo que accedió la mujer pese a la oposición de su cónyuge, que se quedó en recepción dado que confiaba en que sólo se le iba a practicar una revisión.

No obstante, Francisco Javier G.S., "alterado y nervioso" por lo ocurrido y tras dejar de atender a otra paciente, aplicó sin anestesia y con más fuerza de lo habitual el aparato extractor levantacoronas sobre la prótesis de la mujer, que finalmente extrajo causándole un fuerte dolor que le hizo gritar, dirigiéndose el encartado a la misma en términos tales como "tú te has reído de mí y ahora yo me voy a reir de tí", según consta en el texto de la sentencia como hechos probados.

María Felisa P.V. sufrió, como consecuencia de ello, edema y laceraciones mucosas que hubiesen curado tras una primera asistencia facultativa y seis días no impeditivos para sus ocupaciones habituales, sin quedarle secuelas, aunque el médico de cabecera del Centro de Salud Bombarda, al comprobar su estado de ansiedad, extendió parte de baja laboral, con prescripción de ansiolíticos no especificados, desde el 1 de marzo hasta el 2 de abril de 2013.

Por los hechos ocurridos, Francisco Javier G.S. fue acusado por el ministerio fiscal y por la acusación particular de los delitos de realización arbitraria del propio derecho, lesiones, contra la integridad moral y por una falta de lesiones.

En su sentencia, el juez considera probado con contundencia que el acusado, "arrebatado al serle puesto de manifiesto que no se le iban a pagar los gastos del laboratorio, dado que no se habían presupuestado aparte, procedió dolosamente para resarcirse por su propia mano", en lugar de presentar una demanda, "a extraer con fuerza inusual e inapropiada la prótesis de la denunciante" que había colocado en un tratamiento "sobre el que no había existido queja alguna, sin haberse objetivado ocasión ni razón para ello y produciendo a la mujer daño físico y padecimiento en una situación coercitiva a la que no se había hecho acreedora".

Por el contrario, ha sido absuelto de los delitos de lesiones agravadas y contra la integridad moral de los que le inculpaba la acusación particular.