La crisis dispara la economía sumergida al 22,3% del PIB

Fabricación de los nuevos billetes de 10 euros
BANCO CENTRAL EUROPEO
Europa Press Aragón
Actualizado: miércoles, 29 enero 2014 20:26

ZARAGOZA 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

La economía sumergida en Aragón ha aumentado durante la crisis hasta situarse en el 22,3 por ciento de su PIB al cierre de 2012, lo que supone más de 7.257 millones de euros ocultos, según recoge el informe La economía sumergida pasa factura. El avance del fraude en España durante la crisis, presentado este miércoles por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) y dirigido por el profesor Jordi Sardà de la Universitat Rovira i Virgili.

Según se desprende de este estudio, con todo, la tasa de economía sumergida aragonesa se sitúa más de dos puntos por debajo de la nacional, que se calcula en el 24,6 por ciento, superando los 253.000 millones de euros.

Entre las provincias aragonesas más afectadas destacan Huesca (24,8 por ciento) y Teruel (24,1 por ciento), todas ellas con más fraude que la media aragonesa.

NACIONAL

En un análisis de los datos nacionales, el informe revela que el volumen de la actividad económica en negro aumentó de media unos 15.000 millones de euros anuales desde el inicio de la crisis en 2008, cuando la tasa de economía sumergida se situó en el 17,8 por ciento del PIB. Sin embargo, en 2009, considerado como el momento más duro de la recesión, el dinero oculto se disparó en más de 27.000 millones de euros, tanto como los dos ejercicios siguientes juntos.

Este importante incremento se debió en gran medida al efecto "arrastre" provocado por el 'boom' inmobiliario, ya que en los años previos logró crear una gran dependencia de la economía española ligada a este sector y que fue imposible de cortar por lo sano en los primeros momentos de la crisis económica y financiera, precisa el informe.

Al 'tsunami' del ladrillo le siguieron otras causas que influyeron de modo decisivo en el aumento del fraude, como el espectacular repunte del paro -triplicándose la tasa de desempleo hasta el 26 por ciento de la población activa a finales de 2012-, las subidas de impuestos que no fueron acompañadas por un eficiente control tributario y la multiplicación de casos de corrupción política y empresarial.

Además, a estos factores se sumó uno transversal, que es el masivo uso de billetes de 500 euros en nuestro país, que representa el 73,7 por ciento del efectivo en circulación y el 14 por ciento del valor de todos los billetes de 500 que se manejan en la zona euro. Estos billetes son el instrumento preferido por los defraudadores para saldar operaciones al margen del fisco.

BAJA CONCIENCIA FISCAL

Por otro lado, más allá de los datos puramente económicos, el informe señala que en España "existe un grave problema de moralidad con el pago de impuestos, lo que complica aún más la equiparación de nuestro nivel de fraude al de otros países europeos donde la cultura del fraude no está tan enraizada".

De hecho, sólo Italia, Portugal y Grecia presentan valores superiores a los españoles, pero aún nos situamos muy lejos de países como Alemania (13,1 por ciento), Francia (10,8 por ciento) o Gran Bretaña (10,1 por ciento).

En este sentido, el informe incluye como una de sus propuestas la reducción de la economía sumergida en al menos diez puntos porcentuales, un objetivo que considera realista, si bien reconoce que es "muy difícil" bajar de tasas de entre el 6 y el 8 por ciento del PIB, dado que hay actividades económicas que no serían rentables si se legalizasen.

BRECHA ENTRE PROVINCIAS

Uno de los puntos que caracterizan este estudio es el análisis del impacto de la economía sumergida por comunidades autónomas y provincias, permitiendo sacar conclusiones sobre cómo la crisis ha incidido de forma desigual en los diferentes rincones del país.

Así, el estudio hace hincapié en el peculiar caso de Madrid, que registra una tasa de economía sumergida "llamativamente baja", del 17,3 por ciento de su PIB, la más moderada del país. Este fenómeno se explica por la elevada concentración de grandes empresas nacionales y extranjeras y grandes fortunas, que concentran los ingresos tributarios de sus actividades en esta provincia mientras que gran parte de su negocio se genera en otras autonomías.

De hecho, en Madrid tienen su sede el 60 por ciento de las 100 mayores corporaciones empresariales del país, muchas de las cuales eluden el pago de impuestos a través de las prácticas fiscales abusivas como las exenciones fiscales.

En un análisis territorial, el mayor aumento del fraude se registró en aquellas autonomías más castigadas por el colapso del ladrillo y el desempleo, como Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Canarias y parte del Levante español, aunque también se dejó sentir con intensidad en zonas tradicionalmente con un menor dinamismo económico, como las zonas rurales y de interior de Galicia y Castilla y León.

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