Archivo - Patio de recreo de un colegio - EUROPA PRESS - Archivo
ZARAGOZA 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
El balance del curso 2024-2025 del Defensor del Profesor del sindicato ANPE ha alertado del agravamiento de los riesgos psicosociales que afectan al profesorado en Aragón, en una tendencia coincidente con el conjunto del país, pero con un repunto "especialmente inquietante" en la Comunidad de los casos vinculados a ansiedad, sintomatología depresiva y el síndrome de' burnout' o del trabajador quemado.
La presidenta de ANPE Aragón y coordinadora estatal del servicio, Teresa Hernández, ha subrayado que "los docentes aragoneses que contactan con el Defensor lo hacen, cada vez con mayor frecuencia, en un estado de tensión emocional sostenida, con un claro desgaste psicológico asociado a la sobrecarga, a la falta de apoyos y a un clima laboral que no termina de mejorar pese a los reiterados avisos de los últimos años".
El estudio constata un aumento de las atenciones relacionadas con ansiedad intensa, episodios de desregulación emocional y manifestaciones compatibles con estados depresivos, aunque sin diagnóstico clínico previo en la mayoría de casos.
Para ANPE Aragón, este dato resulta especialmente relevante: "el profesorado acude al Defensor antes de solicitar una baja médica, buscando apoyo y orientación en una fase de evidente desbordamiento".
El número de docentes que finalmente han acabado en baja laboral tras exponerse a estas situaciones continúa siendo significativo. Así, Hernández ha recordado que "la carga emocional acumulada, sobre todo cuando no existen apoyos efectivos en el centro ni respuestas administrativas ágiles, termina derivando en bajas que podrían haberse evitado con una política de prevención y acompañamiento mucho más sólida".
PROFESORES "QUEMADOS"
El síndrome de 'burnout', que combina agotamiento extremo, desmotivación y sensación de ineficacia, aparece en un número creciente de atenciones. Los casos son, además," más complejos y prolongados", con profesores que han soportado durante meses "una sucesión de conflictos, burocracia y demandas que desbordan sus posibilidades reales".
Asimismo, según el informe, el malestar docente en los centros educativos aragoneses se ha convertido "en un fenómeno estructural", sostenido en la última década sin que se hayan adoptado medidas de profundidad capaces de revertirlo.
"La sobrecarga burocrática, la falta de personal docente y no docente, las ratios elevadas, la atención creciente al alumnado con necesidades educativas especiales y la continua improvisación normativa siguen conformando, un año más, el núcleo de los factores de tensión", sostienen en ANPE.
Hernández ha asegurado que "la Administración educativa conoce desde hace tiempo esta situación, pero continúa sin activar una estrategia verdaderamente potente que mejore el contexto laboral en los centros".
SE MANTIENEN LOS CONFLICTOS HABITUALES
Pese a que el eje central del estudio es la afectación emocional, el Defensor del Profesor ha constatado también la continuidad de los conflictos habituales, como los problemas con el alumnado, especialmente faltas de respeto y dificultades para mantener el clima del aula; conflictos con familias, con presiones para modificar calificaciones y cuestionamientos directos de la labor docente; y acosos que derivan en un desgaste prolongado. Todo ello sumado a "una sensación de insuficiente apoyo institucional".
Por ello, ANPE ha reclamado varias medidas "urgentes", como el refuerzo real de las plantillas docentes y del personal de administración y servicio, la reducción y simplificación "drástica" de las cargas burocráticas o protocolos específicos de prevención de riesgos psicosociales.
Han pedido también que se reconozcan como enfermedades profesionales del profesorado las patologías asociadas al desgaste emocional, ratios más bajas --especialmente en etapas con alta diversidad o necesidades de apoyo-- o estabilidad normativa para poder planificar el trabajo sin cambios continuos.
"Sin una inversión decidida y coherente es imposible mejorar el trabajo cotidiano en las aulas. El profesorado aragonés está respondiendo con enorme profesionalidad a un contexto cada vez más complejo, pero no puede hacerlo en solitario", ha zanjado Teresa Hernández.