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ZARAGOZA, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Sala Alta del Palacio de La Aljafería, sede de las Cortes de Aragón, acoge desde este lunes y hasta el 28 de diciembre, la exposición 'La piel de Aragón', con fotografías del bilbilitano Manuel Micheto, quien ha recogido algunos paisajes de la Comunidad Autónoma.
"Es una piel que se refleja en el carácter del aragonés; es una piel dura, bella, solitaria a veces, sorprendente y que transmite una magia cautivadora", ha señalado Micheto, para describir el paisaje de la geografía aragonesa.
Cualquier visitante de la sede parlamentaria puede "deleitarse", tal y como ha señalado el secretario primero de las Cortes, Miguel Navarro, con un total de 22 imágenes de Micheto que recorren las tres provincias aragonesas, en un tránsito que "es un viaje por los sentimientos de la tierra y, por tanto, de los aragoneses".
En opinión del representante de la Mesa de las Cortes, esta nueva actividad es "una muestra más de la política cultural puesta en marcha en esta legislatura, sobre todo, desde la perspectiva de abrir la institución a la sociedad".
En este sentido, Micheto, tras un exhaustivo reconocimiento a la nómina de personas que han influido en su trayectoria profesional, ha reconocido que la presencia de su obra en el Palacio de la Aljafería es "un auténtico honor", y ha resumido el espíritu de la obra expuesta en una pregunta: "¿qué es Aragón?".
"Para la mí, la respuesta es que estamos ante una tierra árida, agreste, llena de contrastes", se ha respondido el autor. "Podríamos decir --ha añadido--, que estamos ante un paisaje muy similar al de los desiertos yemeníes, pero unos desiertos con agua. Es una territorio que no deja de sorprenderme".
El visitante podrá reconocer, durante el recorrido, algunos de los parajes más emblemáticos del paisaje aragonés. Así, Micheto resume Huesca a través del contraste que logra a través de una estampa del valle de Pineta y del secano que rodea el Canal de Berdún.
El fotógrafo bilbilitano sitúa Teruel en la solemnidad del Castillo de Peracense y en la monumentalidad de los Órganos de Montoro, rotas de manera desigual por el curso del río Matarraña o el salto del río Tastavins. De Zaragoza, su provincia, el autor fija subjetivo en las tierras de Zuera o de Ateca, en la estación de Maluenda y en el Monasterio de Piedra, entre otros escenarios.
