ALBARRACÍN (TERUEL), 9 (EUROPA PRESS)
La Fundación Eustaquio Castellano expone en la localidad turolense de Albarracín una colección de más de 2.000 juguetes de finales del siglo XIX y del siglo XX. Muñecas, soldaditos de plomo, coches, trenes y cocinitas se dan cita en una casa de arquitectura popular que congrega tanto a niños como a mayores.
La iniciativa surgió cuando Eustaquio Castellano, un coleccionista apasionado del mundo infantil tuvo claro que los juguetes no son sólo cosa de niños. Comenzó en la década de los sesenta a recopilar estos objetos y, treinta años más tarde, nació la fundación familiar que lleva su nombre, cuyo primer objetivo fue la apertura del Museo de Juguetes.
La mayor parte de la colección corresponde a la primera mitad del siglo XX y han sido fabricados en diversos países, la mayoría europeos. La Fundación, que "con las sonrisas de los visitantes" quiere rendir homenaje a todos los creadores de juguetes, da voz a artesanos anónimos, presos, gente corriente e, incluso, padres y madres que, reciclando materiales, suplían lo que no podían adquirir con dinero.
Los juguetes han sido ordenados por temas, no por argumento o guión, con la intención de que el visitante se deje llevar por la imaginación. Así, se exhibe una gran variedad de juguetes que permiten ver los distintos materiales que a lo largo de la historia se han empleado para su fabricación, tales como arcilla, madera, tela, cartón, celuloide u hojalata, entre otros.
EL MUSEO, EN DETALLE
Describiendo más detalladamente el museo, su entrada recibe al visitante con un cartel de juguetería de gran tamaño, que anuncia un "Gran Surtido a 0,95" y diversos juguetes que ofrecen una idea de lo que se puede encontrar en este espacio. Al fondo se encuentra una sala dedicada a los treintañeros, con juguetes de las décadas de 1960 y 1970.
La escuela también tiene su sitio en la segunda planta, con pupitres, mapas y libros. Por otro lado, otra de las habitaciones acoge juguetes de hojalata de la primera mitad del siglo XX. La planta la completan dos recintos más, convertidos en vitrinas que acogen una enorme casa de muñecas, de 1920, y juguetes de cocina.
La abuhardillada tercera planta es, según fuentes de la Fundación, "la más entrañable", porque contiene desde coches, trenes o motos a juegos de construcción, cines y barcos. En las paredes hay teatros, soldaditos, figuras de plomo y recortables. Además, en la parte baja del techo se ha habilitado un espacio acristalado que permite contemplar juguetes de gran tamaño.
El Museo del Juguete, que cambia su horario durante los meses de agosto y septiembre, abre todos los días de la semana, de 11,00 a 14,00 horas y de 17,00 a 20,00 horas. El precio de entrada es de 2,50 euros, para los adultos, y de 1,50 euros, para los niños. Además, los grupos de 20 personas o más pueden disfrutar de una entrada especial de 1,60 euros.