HUESCA, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Greenpeace asegura que el polígono industrial de Monzón es uno de los focos más contaminantes de España, y junto a la planta de Ercros en Sabiñánigo y la papelera de la Montañanesa en Zaragoza convierten a Aragón es una de las Comunidades autónomas mayor índice de contaminación.
La organización ecologista comienza hoy en Barcelona una campaña bajo el lema '¿Quién contamina?' que llevará al Arctic Sunrise, uno de los buques de la organización, por la costa española para señalar a los principales responsables de la contaminación en España.
Greenpeace inicia sus actividades con la presentación del informe 'Contaminación en España' que incluye mapas de puntos negros por Comunidades autónomas y por sectores contaminantes, entre los que destaca Aragón.
ARAGÓN.
El informe señala que el mayor foco de contaminación de Aragón es el complejo industrial de Monzón (Huesca), donde destaca la generada por la planta de Montecinca S.A.
Sabiñánigo es "otro de los puntos más afectados por la planta de fabricación de cloro y derivados de Ercros, que vierte al río Gállego. Los organoclorados son sustancias muy peligrosas para la salud humana que pueden entrar en la cadena alimentaria", subraya Greenpeace.
Asimismo, afirma que la papelera La Montañanesa, de la empresa Sarrió Papel (Zaragoza), es otro foco contaminante del río Ebro. "Las fábricas de papel emplean sustancias como el dióxido de azufre (causante de la lluvia ácida), el dióxido de cloro, organoclorados, hipoclorito y generan dioxinas", comenta Greenpeace.
INDUSTRIA ESPAÑOLA.
El informe indica que la industria española vierte al agua 1.219.709 toneladas de desechos al año. Además, la contaminación atmosférica provoca en España 16.000 muertes prematuras al año, diez veces más que la mortalidad anual por accidentes de tráfico, sostiene la organización ecologista.
Greenpeace ha centrado su trabajo en los tres sectores que más contribuyen a esta situación. Según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, el 41,4 por ciento de la contaminación de suelos se debe a la producción industrial, el 15,2 por ciento al vertido y tratamiento de los residuos urbanos y el 14,1 por ciento a los hidrocarburos.
"Una situación que podría solventarse si las Administraciones públicas no fueran tan permisivas con quienes contaminan y aplicasen los controles marcados por la ley", subraya Greenpeace.
La organización ecologista critica que la contaminación del medio ambiente en España es el "resultado de políticas industriales, de residuos y de transporte muy laxas y cómplices con la industria". Esto, indica, ha permitido a las empresas obtener "grandes beneficios con sus negocios, ya que no incluyen los costes asociados a la contaminación y al deterioro de la salud pública". En España, por ejemplo, "el 100 por cien de la restauración de suelos contaminados se sufraga con fondos públicos frente al 7 por cien de Francia", afirma Greenpeace.
VERTIDOS INDUSTRIALES.
La industria es responsable legalmente de las sustancias químicas que produce, pero es casi imposible hacer responsable judicialmente al fabricante de los efectos sobre la salud de una sustancia tóxica, comenta Greenpeace, que concreta que "el resultado es que casi 4 millones de trabajadores españoles (el 25,4% del total) están expuestos a sustancias cancerígenas".
Unos 4.000 trabajadores, explica Greenpeace, mueren anualmente por la exposición a sustancias químicas, más de 36.000 enferman y este tipo de sustancias producen más de 18.000 accidentes laborales al año, tal y como indica el informe sobre salud laboral de ISTAS (Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud).
Ante estos datos, Greenpeace reclama la creación de una Agencia de Control de la Contaminación que "garantice el cumplimiento de la legislación europea y nacional, y aborde el problema de forma global".
La solución es el modelo de "residuo cero" que plantea aprovechar todos los residuos como materia prima. Para alcanzar este objetivo, es "necesario exigir a los fabricantes asumir el coste de la recogida y eliminación de sus productos y sus envases si no se pueden reutilizar, reciclar o compostar".
Además, de la implantación de un nuevo régimen de responsabilidad ilimitada para la industria petrolera, a través de toda la cadena de custodia y establecer un régimen especial de vigilancia, control y sanción para la Bahía de Algeciras y Gibraltar.
