Una modelización de la COVID-19 supedita el bienestar colectivo al comportamiento individual

La investigadora del Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (ISQCH), Cristina Tejel,
La investigadora del Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (ISQCH), Cristina Tejel, - UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA
Publicado: jueves, 14 mayo 2020 16:59

ZARAGOZA, 14 May. (EUROPA PRESS) -

Una modelización de la evolución del coronavirus supedita el bienestar colectivo al comportamiento individual, según se desprende del estudio realizado por la investigadora del Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (ISQCH), Cristina Tejel, sobre el día a día de la enfermedad infecciosa Covid-19 en Aragón, que se ha servido del Modelo Matemático de Gompertz (forma Wo), un método ampliamente utilizado en Biología o Medicina, así como en la propagación de epidemias.

La evolución del coronavirus en Aragón ha seguido el mismo patrón que podría esperarse de un análisis sobre el crecimiento poblacional de animales, bacterias, o tumores.

En todos ellos, una importante variable que determina como crece el sistema es su 'constante de crecimiento' que depende en gran medida de la cantidad, calidad y accesibilidad a los nutrientes que necesita. En el caso análogo de la expansión de una epidemia, los nutrientes son las personas sanas o susceptibles de ser infectadas: del orden de 1.400.000 aragoneses en el caso de la Comunidad autónoma.

En los primeros días de pandemia, las 'personas sanas' mantenían una vida normal circulando libremente, por lo que el acceso del virus a sus 'nutrientes' era del cien por cien, por lo que no es de extrañar que el número de nuevos infectados creciera de manera casi exponencial si no se tomaban medidas al respecto.

MANTENER LAS MEDIDAS

Los efectos producidos por el confinamiento del pasado 15 de marzo, se observan a partir del 28 de marzo. Durante la primera semana de confinamiento, se consiguió frenar considerablemente la constante de crecimiento inicial hasta llegar a menos de la mitad --un 41%--, ya que se dificultó considerablemente la trasmisión, iniciando el camino por la senda en verde.

En la segunda semana de este primer confinamiento, la población estuvo todavía más concienciada, lo que permitió alcanzar el modelo amarillo, que representa que el nivel de contagios ha sido del 39% del esperado si no se hubieran tomado medidas, ha informado la Universidad de Zaragoza en una nota de prensa.

Desde entonces, y con algún que otro altibajo, el número de contagios por COVID-19 se ha mantenido y de seguir así conducirá a unos 2-3 nuevos casos (PCR+) para primeros de junio y a cero casos de contagio por coronavirus para mediados de julio.

"Ahora bien --tal y como indica Cristina Tejel, investigadora autora del estudio-- si no se cuidan las medidas de higiene y de distanciamiento social, la población aragonesa volverá de nuevo a otra curva menos suave, de consecuencias negativas para todos. Es posible que nunca el bienestar colectivo haya dependido tanto del comportamiento individual como ahora".

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