La novela 'Sostika' reflexiona sobre el uso de la imagen de personas para mostrar guerra o pobreza

La periodista Patricia de Blas publica su primera novela, 'Sostika'.
La periodista Patricia de Blas publica su primera novela, 'Sostika'. - EUROPA PRESS
Publicado: sábado, 2 abril 2022 11:59

Su autora, Patricia de Blas, dice que viajar le ha ayudado a confiar más y estar abierta al encuentro con las personas

ZARAGOZA, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -

La novela 'Sostika', la primera de la periodista Patricia de Blas (Calatayud, 1988), reflexiona sobre los límites éticos de usar la imagen de las personas para explicar situaciones como las guerras o la pobreza por parte de los medios de comunicación.

"Cuando te encuentras ante esos escenarios, lo primero que piensas es que el mundo necesita ver lo que está ocurriendo. A veces, te parece que esa es la única forma de que algo cambie. Pero a menudo, los protagonistas de esas escenas se encuentran en su momento de mayor vulnerabilidad y eso hay que tenerlo en cuenta", ha explicado la autora en declaraciones a Europa Press.

De Blas ha opinado que, en la medida en que sea posible, hay que contar con la autorización expresa de quienes aparecen en las imágenes. También ha abogado por tratar de encontrar perspectivas diferentes y no mostrar a estas personas solo como víctimas, así como investigar sobre cómo afrontan cada situación y retratar aquello que les diferencia.

'Sostika', publicada por la editorial aragonesa Rasmia, narra el viaje a Nepal de una fotógrafa zaragozana, Sofía, cuyo objetivo es encontrar a una niña a la que retrató en 2015, en un campo de refugiados, por cuya instantánea recibe un premio.

La autora ha aclarado que la novela ofrece ficción y realidad a partes iguales ya que si bien la búsqueda de una niña por Nepal no es real, el desencadenante del viaje sí, puesto que ella ganó en 2017 el Concurso '4 Artes' del Ayuntamiento de Zaragoza por una instantánea que realizó a una niña en la India.

"Miraba el retrato de esa niña y me preguntaba qué habría sido de ella y qué pensaría si supiera que su imagen está enmarcada en casa de una desconocida al otro lado del mundo, que además había ganado un premio con ella", ha precisado.

A TRAVÉS DE LA FICCIÓN

La autora ha explicado que puesto que en la vida real era imposible responder a sus preguntas, se las llevó al terreno de la ficción, escribiendo en sus ratos libres. Comenzó en 2018, unos meses después de haber ganado ese premio.

En las 182 páginas de la novela, la autora combina la reflexión e introspección sobre cómo esa fotografía ha cambiado su vida y la de la niña, con un relato de búsqueda, a través de incisivas descripciones de personas y lugares de Nepal.

Las zonas que visita la protagonista de la novela existen en la realidad y los personajes que se encuentra están inspirados en personas reales del país nepalí, además de que la mayor parte de sus razonamientos "son también los míos", ha apostillado la autora.

Sobre la niña a la que fotografió, ha reconocido que no sabe nada de ella. No la retrató en un campo de desplazados por el terremoto de Nepal, como es el caso de la novela, sino en un festival indio llamado Navratri, al que acudieron miles de personas de distintas regiones. "Creo que si regresara para tratar de encontrarla, como hace Sofía, sería prácticamente imposible conseguirlo. Aun así, ¡puede que algún día lo intente!", ha aventurado.

CONFIAR MÁS EN LAS PERSONAS

Patricia de Blas ha ejercido como reportera freelance en Nepal, India y Palestina. Según ha contado, gracias a sus viajes ha aprendido a confiar más en la gente, "a comprender que cuando te relacionas con alguien diferente, de otro lugar, de esa relación suelen surgir muchas más cosas positivas que negativas".

En su opinión, "es importante estar abierto a ese encuentro con personas de otro país, ahora que llegan refugiados de Ucrania, pero también con los de cualquier otro origen". Por otro lado, "viajar me ha ayudado a ser más consciente de lo privilegiados que somos viviendo en Europa. Por muchos fallos que tenga, es esencial defender nuestra democracia y nuestro Estado del Bienestar", ha constatado.

Por otra parte, la autora ha planteado si la intervención de los reporteros gráficos puede modificar la realidad que pretenden mostrar y, tras aclarar que en su caso ha realizado fotografías solo durante una breve etapa como freelance para complementar sus reportajes escritos, cuando lo ha hecho, ha procurado reflejar la realidad "de la forma más fiel posible".

Ha reconocido, no obstante, que, a veces, su presencia modificaba la imagen. "Si alguien te mira y sonríe a la cámara, ya está ofreciendo algo distinto", ha comentado.

APROXIMACIÓN HONESTA

En relación a cómo aproximarse con honestidad y certeza a las realidades culturales y políticas de otros países ajenos al propio modo de ver el mundo, ha considerado que hace falta tiempo, si bien, el periodismo, en la actualidad, tiene una situación de "precariedad" en muchos casos, "con sueldos bajos y muchas tareas que realizar en muy poco tiempo" por lo que es difícil "dedicarse a estudiar y comprender otras culturas o intentar conocer a esas personas sobre las que se quiere hablar".

"Idealmente, para ofrecer información veraz y relevante sobre otros países hay que estar allí, interactuar con sus habitantes, leer sus periódicos. Cuando eso no es posible, al menos es esencial asegurarnos de que nuestras fuentes de información son fiables y analizar lo que nos llega con una perspectiva crítica, para no replicar mensajes interesados o simplistas", ha observado.

Sobre la información en materia de inmigración, ha estimado que, en España, "tenemos mucho margen de mejora" y evitar "perpetuar estereotipos y servir, a veces, de altavoz a discursos de odio que deberían desaparecer".

Ha indicado que en Aragón hay un decálogo para el abordaje informativo de las migraciones desde la perspectiva de los derechos humanos, que habla, por ejemplo, de la importancia de condenar el racismo, respetar la identidad de las personas migrantes y evitar las alusiones a la nacionalidad cuando no aportan valor a la noticia.

SOLIDARIDAD

El 10% del precio de venta del libro se destinará a proyectos de cooperación de dos organizaciones sin ánimo de lucro: Nepal Sonríe y Estrella de la Mañana. La primera es una organización de Madrid, que centra su trabajo en una zona rural de Nepal, a unos 80 kilómetros al sur de Katmandú. De Blas pasó tres semanas como voluntaria en uno de sus proyectos "y aprendí muchísimo sobre la cultura y el idioma nepalí", ha señalado.

Por su parte, Estrella de la Mañana es una organización aragonesa que trabaja con población de India y refugiados tibetanos, que realiza una gran labor de divulgación en Zaragoza. "Ambas son entidades comprometidas y honestas, que dan mucho valor a la educación y prestan una atención especial a la infancia y a las mujeres, colaborando siempre con las organizaciones locales de cada país", ha dicho la autora.

PRESENTACIÓN EN ZARAGOZA

Patricia de Blas presentará su novela este miércoles, 6 de abril, a las 19.30, en la galería acristalada de la cuarta planta del IACC Pablo Serrano de Zaragoza, donde también se expondrán algunas fotografías de las personas y los lugares de Nepal que inspiraron la novela.

En el acto, intervendrán el director gerente del Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ), Adrián Gimeno, y la fotoperiodista Cris Aznar, que conversará con la autora sobre el valor de la fotografía para interpretar el mundo y sobre los dilemas éticos que plantea esta profesión. Junto a los editores de Rasmia y los libreros de Antígona, también estará presente la artista Rosalía Díaz, creadora de la ilustración de la portada, un dibujo realizado en acuarela y tinta china, concebido expresamente como imagen de esta novela.

'Sostika' ha recibió el Segundo Premio en el IV Certamen 'Jóvenes Creadores Aragoneses', organizado por el Gobierno de Aragón, a través del IAJ, en el que compiten autores menores de 35 años, con obras de todas las disciplinas artísticas. También quedó finalista en el XXXII Premio Torrente Ballester.

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