Jerónimo Blasco considera que "se negoció con poca fuerza" en el convenio con el Arzobispado de Zaragoza para comprar el edificio
ZARAGOZA, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ex teniente de alcalde de Servicios Públicos y portavoz del grupo municipal del PP en la legislatura 1995-2003, Antonio Suárez, aseguró hoy desconocer qué se busca exactamente en la comisión especial del Seminario al declarar que durante su comparecencia en la misma "yo mismo les he preguntado ¿qué es lo que buscáis?".
Suárez relató que "se gestó en Urbanismo y yo no participé de forma directa porque era teniente de alcalde de Servicios Públicos y no estaba en Urbanismo".
En declaraciones a los medios de comunicación dijo que "fue un planteamiento del equipo de gobierno y era importante que saliera por unanimidad" en referencia a la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Respecto al convenio que se suscribió por el equipo de gobierno en el 2002 con el Arzobispado de Zaragoza para comprar el edificio del Seminario, Suárez apreció que "era muy ajustado y equilibrado" para añadir que los problemas surgieron después con la rehabilitación del edificio y con las "modificaciones y desviaciones sobre el presupuesto inicial".
Suárez insistió en que "los problemas han venido después en otra época y con esos modificados y desviaciones presupuestarias" en referencia al expediente modificado del proyecto complementario de rehabilitación del Seminario.
"POCA FUERZA"
Por su parte, el que fuera portavoz del grupo municipal del PSOE en la legislatura 1999-2003, Jerónimo Blasco, apreció que cuando el PP suscribió el convenio con el Arzobispado de Zaragoza para la compra del Seminario "se negoció con poca fuerza" en referencia al 20% de cesión al Ayuntamiento con el que se cerró. A su parecer, ese porcentaje es "poquísimo" y consideró que "se tuvo que haber conseguido más" para llegar a apuntar hasta el 40%.
En declaraciones a los medios de comunicación tras comparecer ante la comisión especial de investigación del Seminario dijo que "el PSOE estaba en contra por activa y pasiva" al argumentar que "daba la impresión de que el beneficiado era la Iglesias Católica y el PP que quiso primarla, pero no se tuvieron en cuenta los intereses de la ciudad".
