El Ayuntamiento acogerá la exposición 'Entre cántaros y pucheros', de la DPZ, en homenaje al alfarero Jerónimo Martínez Villarmín
ATECA (ZARAGOZA), 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El municipio de Ateca celebra este fin de semana las fiestas en honor a su patrón, San Blas, una celebración que supone para los atecanos mostrar una parte de su identidad como localidad, y que recupera la Máscara, uno de los elementos tradicionales más singulares de la fiesta, un personaje semigrotesco, vestido con traje a rayas, rojas y amarillas, similar al rabino de la baraja, y que porta como complementos un sable y una corbetera, un escudo redondo.
Esta tradición, que se recupera cada año con las fiestas de San Blas, "nos une con los atecanos del pasado y nos obliga con los atecanos del futuro", considera el alcalde del municipio, Javier Sada, animando a sus vecinos a "participar activamente de esta hermosa, única y algo misteriosa fiesta de San Blas y la Máscara".
La Comisión Interpeñas y Festejos ha elaborado un "magnífico" y amplio programa que tiene como principal objetivo divertir y hacer disfrutar a todos los vecinos y visitantes del municipio.
Los festejos en honor a San Blas comenzarán mañana viernes, 2 de febrero, con el disparo del chupinazo anunciador de las fiestas y la primera salida de la Máscara. "No se sabe muy bien el origen de esta figura, pero está vinculada a otras como el Cipotegato (de Tarazona)", en ambos casos "figuras paganas que se han terminado por introducir en las fiestas cristianas", explicó el alcalde a Europa Press.
En esta primera salida, la Máscara, que porta en sus mangas y en sus pantalones cascabeles, es perseguida por los niños del municipio "que intentan quitarle los cascabeles y llegan incluso a encerrar al personaje en distintos lugares" y, a su vez, la Máscara les persigue a ellos dándoles con la espada y el escudo.
La segunda salida de la Máscara llega al caer la noche, a las 21,00 horas, cuando se realiza la quema de la "impresionante" hoguera en la Plaza de España. Entonces, el singular personaje no sólo persigue a los jóvenes, sino que también se dedica a golpear, "con suavidad", las cabezas de los mayores, quienes así lo requieren porque este golpe de la Máscara simboliza en la localidad tener "buena suerte". A continuación, dan comienzo las canciones tradicionales y los bailes en torno al fuego.
Por último, el sábado día 3 se celebra una solemne misa que culmina con la procesión del Patrón hasta la Ermita. Contrariamente a otras festividades religiosas, "se incluye a la Máscara en esta procesión", aseguró Javier Sada. Durante la procesión, los niños del municipio esperan la llegada de la Máscara subidos a un cerro en lo alto de la Ermita, de manera que, al término de la procesión, la Máscara tiene que subir a buscarlos al cerro mientras los niños le tiran fruta, indicó el primer edil. Una vez arriba, se repiten las canciones y los bailes tradicionales.
En esta ocasión, el Ayuntamiento de Ateca propuso a uno de sus vecinos protagonizar la fiesta encarnando al personaje de la Máscara. "Es una tradición dura pero emocionante, y vimos a una persona que nos pareció idónea para llevar a cabo esta labor, así que se lo propusimos a César Duce y éste aceptó encantado", apuntó Sada. César Duce, según explicó el alcalde, ya ha dado vida en anteriores ocasiones a otros personajes relacionados con la tradición, "y lo hizo muy bien", motivo por el que el Consistorio le otorgó su confianza para protagonizar las fiestas que mañana empiezan.
'ENTRE CÁNTAROS Y PUCHEROS'
Por otra parte, y coincidiendo con los actos festivos del fin de semana, el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Ateca recibirá desde mañana viernes, día 2, y hasta el próximo día 11 de febrero, la exposición itinerante, 'Entre cántaros y pucheros', que recorre la provincia de Zaragoza homenajeando la labor de los artesanos de varias localidades.
La muestra, organizada por la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) servirá en Ateca, municipio de la Comarca de Calatayud, para rendir tributo a Jerónimo Martínez Villarmín, artesano de la localidad.
La exposición tiene como objetivo contextualizar la producción de alfares tradicionales aragoneses vivos y sus usos, servir de encuentro entre cantareros y olleros como excusa para mostrar los diversos usos que la alfarería tradicional ha tenido y, en especial, rendir un homenaje a los artesanos alfareros. De hecho, las localidades que albergan la exposición itinerante han sido seleccionadas por contar entre sus vecinos con un alfarero tradicional.
La exposición cuenta, entre sus materiales, con piezas de cerámica artesanal, 50 piezas de diversas procedencias geográficas aragonesas, incluidas algunas de los artesanos homenajeados, pertenecientes a la colección de alfarería popular de Santa Cruz de Moncayo y a la colección Manuel Val Lerín, propiedad de la Diputación Provincial de Zaragoza.
Asimismo, también recoge herramientas didácticas, ya que todas las piezas de la exposición van acompañadas por dibujos, fotografías (antiguas y actuales), dípticos propios de la localidad en la que se muestran, postales alusivas al alfarero o a su familia, y carteles explicativos.
Los contenidos informativos de estos carteles incluyen la localización de alfares de la provincia de Zaragoza; explicaciones sobre los usos y tipos de cántaros, ollas y pucheros; el proceso técnico de fabricación de una pieza de barro; así como planos de las alfarerías: obradores, hornos y piezas.
Tras visitar distintos municipios de la provincia, entre ellos Ejea de los Caballeros y Villafeliche, la muestra llega a Ateca. Por último, está previsto que la exposición llegue a la localidad de La Almolda.
