Zaragoza.- El Ayuntamiento instala 400 nuevas papeleras en la ciudad para excrementos caninos

ZARAGOZA 10 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Zaragoza, a través de la Concejalía de Limpieza y Medio Ambiente, dedicará más de 260.000 euros anuales en la implantación y mantenimiento de 400 nuevas papeleras dedicadas especialmente a la recogida de excrementos caninos. Está previsto, que a lo largo del presente ejercicio, sean instaladas 400 papeleras similares más, en este caso a cargo de la Concejalía de Parques y Jardines.

Estos nuevos elementos de mobiliario urbano incluyen un expendedor de bolsitas de plástico para que los propietarios de perro puedan recoger los excrementes de sus mascotas y depositarlos en el interior de la papelera o de un contenedor de basura.

Con esta iniciativa, la Concejalía de Medio Ambiente y Limpieza mantiene firme su empeño de mejorar la higiene en calles y aceras de la ciudad. Los excrementos de perro suponen una auténtica lacra que provoca numerosas quejas vecinales y pueden provocar, incluso problemas de salud pública.

La concejal de Limpieza y Medio Ambiente, Lola Campos, ha señalado que la intención del ayuntamiento es que la gente "identifique las papeleras que a partir de hoy se ponen en las calles de la ciudad". Además, la concejal espera que los 11.000 ciudadanos, aproximadamente, que tienen perro "nos ayuden a mantener limpia Zaragoza".

Campos ha explicado que las papeleras se colocarán en zonas parecidas a la Plaza de los Sitios, "donde existe un esparcimiento ciudadano y la gente saca a pasear su mascota". Todos los distritos de la ciudad tendrán papeleras y la idea es que al menos en cada barrio haya una", ha añadido la concejal.

Para asegurar su correcto mantenimiento, se ha destinado un equipo específico, integrado por dos operarios y una furgoneta equipada, que recorrerá de manera continua los distintos emplazamientos para reponer las bolsas de plástico y limpiar y vaciar, en caso necesario, las papeleras.

La concejal ha destacado que las papeleras "son una herramienta más, pero lo mejor sería que cada ciudadano recogiera con su bolsa o con otro elemento oportuno los excrementos de su perro, así no habría ningún problema ni necesidad de papeleras".

La colaboración ciudadana y la educación son elementos imprescindibles, además de la aplicación de sanciones que establecen las ordenanzas municipales. Los servicios de limpieza de Zaragoza recogen cada día casi 50 kilos de heces caninas, lo que supone casi 1,5 toneladas al mes. Este año se elaboró una campaña de sensibilización en los colegios, "que llegó a 4.000 niños de entre 7 y 9 años, que recibieron, ellos y sus familias, el mensaje --ha especificado Campos-- sobre la importancia de la recogida de heces caninas.

Aún así, hay ciudadanos que no son conscientes sobre este problema, por ello, existe una ordenanza de limpieza, que permite multarlos cuando no recojan los excrementos de su perro Multas. Sin embargo, la concejal de Limpieza ha indicado que resulta "muy difícil para la policía municipal controlar quién deja el excremento en la calle".

Las nuevas papeleras serán distribuidas por todos los distritos de la ciudad, y está previsto también que cada barrio rural cuente, al menos, con uno de estos elementos de limpieza.

El modelo de papelera elegido (Sanecan Olimpia) está fabricado en polietileno de alta densidad y cumple con todo tipo de garantías y exigencias técnicas. Incluye un doble contenedor que facilita su limpieza y vaciado, así como una terminación especial que impide la adherencia de carteles o adhesivos publicitarios y la aplicación de un producto hidrofugante que debilita la acción de graffitis.

DESCRIPCIÓN TÉCNICA DE LA PAPELERA

El recipiente tiene como materia prima para su elaboración polietileno de alta densidad, mediante el procedimiento de rotomoldeo en contenedor y tapa, a los cuales se une un soporte metálico para proporcionar rigidez a la estructura y estabilidad a la fijación en el pavimento.

El contenedor consiste en un cesto troncocónico de polietileno de seis milímetros de espesor. En su interior cuenta con otro cesto de menos tamaño, del mismo material, que constituye el depósito propiamente dicho de las deyecciones caninas.

La tapa, diseñada con forma semiesfera seccionada por un diedro, cuenta con el mecanismo para la extracción de bolsas, dotada con un único dispensador capaz de albergar hasta 600 unidades. La estructura, que le proporciona gran rigidez, se compone de un tubo curvado de 60 por 40 por 2 milímetros, que permite su apertura basculante mediante una bisagra con ayuda de una llave estándar.

La superficie exterior de contenedor y tapa presenta un acabado corrugado mediante estrías verticales y terminación granulada mediante "chorro de arena", que impide la adherencia de carteles o publicidad. Asimismo, cuenta con la aplicación de un producto hidrofugante, incoloro e inodoro, que debilita la acción de graffitis. El soporte se completa con una doble pieza de chapa que envuelve el pie y contiene el mecanismo de pedal para apertura de la tapa superior.

Todos los materiales de carácter metálico empleados han sido tratados contra la oxidación mediante un proceso de kataforesis en todos sus elementos, siendo posteriormente pintado con resina de polvo de poliéster para exteriores en horno automático a 220ºC.

El polietileno de alta densidad es un material reciclable al 100 por cien y cumple con las exigencias de la norma relativa a la resistencia de combustión ASTM-D 1926-68 no produciéndose en ningún caso contaminantes que puedan perjudicar al medio ambiente.