ZARAGOZA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Caja Inmaculada (CAI) ha invertido 33.000 euros en la rehabilitación de un taller de repostería del centro sociolaboral de Las Fuentes, incluido dentro de la red municipal de la sociedad Zaragoza-Dinámica, que gestiona la Fundación Adunare.
Las actividades del centro están dirigidas a jóvenes de 14 a 25 años en riesgo de exclusión social y se imparte formación para el empleo con el fin de favorecer la inserción social, educativa y laboral.
El director de la Obra Social de CAI, Pedro Camarero, destacó que era una "día especial" para Caja Inmaculada porque la inversión de la entidad de ahorro en la rehabilitación del obrador de repostería ha convertido a este taller en "un sitio de esperanza y futuro" .
Camarero subrayó la colaboración de CAI en este tipo de proyectos que suponen "una oportunidad para el futuro de los jóvenes" y agregó que estas instalaciones "permiten una formación adecuada para favorecer el futuro laboral de los jóvenes".
El director de la sociedad municipal Zaragoza Dinámica, Alfonso Gómez, incidió en la colaboración entre el Ayuntamiento, CAI y Adunare para "hacer posible un cambio sustancial, no sólo por la rehabilitación de las instalaciones, sino en el futuro de los jóvenes".
Gómez explicó que la singularidad de estos centros sociolaborales es que además de trabajar con los jóvenes en su formación profesional se incide en la inserción social. Esto les permite que tras finalizar los talleres "se pueden incorporar a otros programas, volver al instituto o encontrar un trabajo".
Zaragoza-Dinámica dispone de un red de 12 centros sociolaborales, cuya gestión se encomienda a asociaciones y organizaciones sociales, como la Fundación Adunare que gestiona 8 centros.
CENTRO SOCIOLABORAL DE LAS FUENTES
La directora del centro sociolaboral de Las Fuentes, María Jesús Ruiz, agradeció la inversión de CAI porque supone "hacer realidad un sueño de hace ocho años" que ha permitido adecuar las instalaciones a la normativa sanitaria". Además, precisó que la rehabilitación del local se ha llevado a cabo por jóvenes que trabajan en una empresa de inserción "lo que da un valor añadido".
En este centro se imparten tres programas formativos. Uno de construcción, otro de carpintería y mueble y un tercero de repostería industrial.
Cada módulo se desarrolla durante un curso escolar y participan un máximo de 15 alumnos de entre 14 y 25 años que no disponen de calificación profesional.
Además de los conocimientos técnicos y prácticos también se incide en el desarrollo de hábitos de trabajo, la potenciación de la autonomía en el aprendizaje, y desarrollar una actitud positiva, activa y crítica.
