ZARAGOZA 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
El grupo municipal de Chunta Aragonesista (CHA) en el Ayuntamiento de Zaragoza afirmó hoy que el nuevo dragado del río Ebro "sólo demuestra la incapacidad, improvisación y continua chapuza demostrada por Expoagua y el equipo de gobierno municipal", encabezado por el alcalde socialista Juan Alberto Belloch, en su intento de conseguir la navegabilidad del río "contra natura".
La concejala de CHA Carmen Gallego señaló en un comunicado que el alcalde "se empeñó en fletar barcos inadecuados para este tramo del río y en hacer actuaciones medioambientalmente insostenibles y con un coste carísimo para la ciudad".
Ahora, continuó, "con los barcos varados, la ciudadanía ve con frustración que la navegación prometida no puede llevarse a cabo" y por eso el grupo municipal de CHA subrayó "que se han cumplido todos los vaticinios que dijimos hace ahora justamente un año".
Entonces, criticaron al alcalde por empeñarse "en meter en el río barcos más grandes que el propio cauce", lo que obligará a dragar el lecho cada vez que el Ebro sufra una avenida, recordaron.
Además, indicaron desde CHA, a las riadas habituales de primavera hay que añadir el "efecto presa" que están haciendo obras como la pasarela de Manterola en el acumulo de lodos y tierra, lo que supone en su conjunto "un coste insostenible tanto medioambiental como económicamente".
Por todo esto, desde CHA piden que se aclare si la empresa ha asumido en su plan de explotación dicho coste "que hipotecará la navegabilidad del Ebro".
Desde CHA también informaron de que el barco 'Duque de Azara' no puede pasar por debajo del Puente de Piedra por carecer de la potencia suficiente para superar la corriente, y a pesar de que el equipo de gobierno municipal "autorizó un peligroso rebaje de la solera del puente, ahora nos encontramos con que ni siquiera han diseñado un barco capaz de superar la contracorriente en este paso".
Para Chunta Aragonesista, este "desaguisado" se hubiera evitado si Expoagua hubiera contratado barcos que se ajustaran a la profundidad del cauce del Ebro y a las dimensiones del Puente de Piedra. De esta manera, el plan para la futura navegabilidad del río estaría seguro y el Puente de Piedra hubiera podido ser rehabilitado sin tener que agrandarlo, concluyeron.