Zaragoza.- Fuendetodos presenta por primera vez en España 30 años de trayectoria gráfica del artista bangladeshí Monir

ZARAGOZA 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

La sala Ignacio Zuloaga de Fuendetodos inaugura mañana sábado, 19 de enero, una exposición del grabador bangladeshí Monir. 'Brumas cálidas' supone la primera oportunidad de ver en España una amplia trayectoria de los últimos 30 años de la obra de este artista. Con motivo de esta exposición, Monir donará a Fuendetodos las 54 obras que podrán contemplarse hasta el 17 de febrero en este municipio zaragozano.

La muestra ha sido presentada hoy en rueda de prensa por la presidenta de la Comisión de Cultura de la Diputación de Zaragoza, Cristina Palacín, el alcalde de Fuendetodos, Joaquín Gimeno, la comisaria de la exposición, Coca Garrido, y el artista Monir.

Cristina Palacín resaltó el "virtuosismo, el dominio de la técnica, y la exploración de la luz y el color" que caracterizan los grabados de Monir, galardonado, entre otros premios, en 1997 con el Premio Nacional del Grabado. Su trabajo, recordó la diputada provincial, se expone en numerosos museos y colecciones de todo el mundo y la exposición que presenta en Fuendetodos tiene "dos grandes virtudes".

En primer lugar, "es la primera vez que se puede ver en España una amplia trayectoria de los últimos treinta años de la obra de Monir"; y con esta muestra, "se hace justicia a un hombre que aporta mucho a la gráfica de España". Asimismo, Palacín subrayó "su perfil humano, la voluntad clara y notoria que tiene de enseñar su arte, abogando porque el arte gráfico lo disfrute todo el mundo".

Para el alcalde de Fuendetodos, Joaquín Gimeno, "es una satisfacción especial" poder mostrar la obra de Monir en esta sala, ya que fue uno de los artistas que inauguraron el taller de grabado de Fuendetodos, y ha sido "el artista que más cursos ha dado. Fue uno de los pioneros de este taller y ha sido una pieza clave" en la organización del mismo. La relación de Monir con Fuendetodos se estrechará ahora gracias a la donación de sus 54 obras.

Monir, nacido en Bangladesh y afincado en Madrid en 1969, es una figura relevante en el mundo del grabado que "tiene la capacidad de comunicar con su lenguaje plástico, de establecer una comunicación con el espectador que no todos los artistas son capaces de generar, y consigue efectos de color y luz como ningún otro grabador en España y el el mundo", señaló la comisaria de la exposición, Coca Garrido.

Monir "consigue que el grabado tenga un lenguaje propio", utilizando para ello tanto las técnicas tradicionales como aquellas propias que ha inventado. Su manera de trabajar es "muy abierta en el sentido humano y en el artístico. Monir imprime lo que sabe en sus grabados", explicó.

De su trabajo, Garrido destacó "cómo maneja el blanco, el fondo del papel, que convierte en color, no le tiene miedo al ácido y juega tanto con las planchas que a veces le desaparecen. Arranca de las planchas todo lo que se les puede sacar", creando una obra que "refleja al ser humano".

AMOR AL GRABADO.

Por su parte, el artista Monir recordó sus raíces para explicar que "vengo de un país muy pobre, donde no hay material, pero en el que se trabaja muy bien", dado que, a diferencia de otros lugares como Estados Unidos, "se ama a la materia, a las planchas", y se aprende a sacar de ellas lo máximo.

En este sentido, "siempre usaba planchas muy baratas", pero lo importante es que "hay que saber usarlas. El grabado es una sorpresa, un experimento con el que el artista se tiene que sorprender", y por este motivo Monir desecha la producción "industrial" para abogar por el trabajo de investigación y la experimentación.

Asimismo, estimó que "es mentira que el grabado sea un arte menor" y recordó que con los grabados "se socializa el arte, porque no todo el mundo puede comprar una pintura" y se aumentan las posibilidades de comunicación, ya que al celebrarse "cada vez más bienales de obra gráfica, se facilitar que el arte llegue" a todos los lugares del mundo.

Respecto al uso de las nuevas tecnologías a la hora de trabajar con un grabado, Monir reconoció que el trabajo digital "es muy útil" y, a pesar de las reticencias iniciales en su uso, el artista aseguró que "no se puede nadar contracorriente. Seguro que se Goya viviera también lo usaría", consideró.

Sobre su relación con Fuendetodos, afirmó que "me encanta" por el contraste con Bangladesh. "En Bangladesh todo es agua, hay un río cada seis kilómetros y Fuendetodos es otro paisaje con su propio misterio", concluyó.