ZARAGOZA 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Palacio de Sástago de la Diputación de Zaragoza mostrará las tendencias e inquietudes artísticas que dominaron la capital aragonesa durante una década (1978-1988), a través de la obra de Sergio Abraín y recuperando el espíritu de las salas Pata Gallo y Caligrama, en las que se vivieron los años de la 'movida' y el despertar cultural de Zaragoza.
La muestra, titulada 'Sergio Abraín. Pata Gallo-Caligrama. Espacios de una década (1978-1988)', ha sido presentada hoy en rueda de prensa por la presidenta de la Comisión de Cultura de la Diputación Provincial de Zaragoza, Cristina Palacín, el director del área de Cultura y Patrimonio de la Institución Provincial, Alfredo Romero, y el artista Sergio Abraín. La exposición abrirá sus puertas al público mañana viernes, 22 de febrero, a las ocho de la tarde, y podrá visitarse hasta el 6 de abril.
Esta exposición reivindica la obra de Abraín "como artista representativo de los años 70-80, y su faceta como dinamizador cultural en la transición zaragozana". Para ello se presentan dos espacios expositivos que Abraín impulsó: las salas Pata Gallo y Caligrama, "por las que pasaron en esa década todos los que tenían algo que decir en esta ciudad" en el mundo de la cultura, explicó Palacín.
En su opinión, "los dos espacios fueron modernos, vanguardistas y con miras internacionales", y acogieron a artistas de Zaragoza y Aragón, pero también de otros puntos de España. Así, estos espacios y el artista Sergio Abraín "son una parte importante de las reivindicaciones en la historia de Zaragoza".
Por lo tanto, agregó Alfredo Romero, "esta exposición era una deuda moral y con la historia para con este proyecto moderno, que nació temprano en lo referente al movimiento cultural, en plena transición", momento en que varios artistas, entre ellos Sergio Abraín, "crearon el grupo Colectivo Plástico de Zaragoza, para hacer propaganda de las nuevas ansiedades culturales y las reivindicaciones de las libertades democráticas".
De ese proyecto surgió posteriormente la sala Pata Gallo, "lugar dinámico y bullicioso en sus propuestas, donde el hecho cultural tomaba una nueva dirección. Algunos políticos no comprendieron este espacio y por eso no se irradió con tanta profundidad como la movida madrileña, aunque era más moderno que ésta en algunos aspectos", valoró Romero.
Cuando Pata Gallo "se quedó pequeño", surgió la sala Caligrama. Aquel fue lugar para el arte y la cultura en su sentido más amplio, ya que algunos grupos como Héroes del Silencio o Los Niños del Brasil dieron sus primeros pasos en esta sala, que también "se adelantó a su tiempo".
Sobre los dos proyectos, Sergio Abraín consideró que "montamos un oasis a las bravas. Nos montamos aquí nuestro Nueva York, nuestro París, porque entendíamos que lo que se podía hacer en Zaragoza estaba al mismo nivel que lo que se hacía en otros sitios". Además, "siempre ha habido muy buena calidad artística en esta ciudad", afirmó.
Ahora, a través de la exposición del Palacio de Sástago, se han recuperado las obras que en su momento albergaron estas salas, los recuerdos que de ellas se guardan, así como una amplia representación de la obra de Sergio Abraín durante los últimos treinta años. De esta forma, "son tres exposiciones en una", indicó Romero.
Además, se dedica una parte a la "poesía visual y a la revista Zootropo, una actividad que era entonces lo que son los blogs de internet ahora, porque permitía la conexión internacional de los artistas, era como sentirse ciudadano del mundo en una época en que estábamos aislados", recordó Abraín.
Así, se presenta "una obra muy variada", más de 230 piezas de distintos artistas que testimonian una época de la que podría hacerse una "exposición interminable", apuntó Abraín. De hecho, "amenazamos con organizar otra", advirtió.