Zaragoza.- La Ruta de los Oficios y Tradiciones llega mañana a Castiliscar con la Puesta del Mayo

CASTILISCAR (ZARAGOZA), 4 (EUROPA PRESS)

La Ruta de los Oficios y Tradiciones, que recorre la provincia zaragozana recuperando los antiguos usos y tradiciones de las localidades, llega mañana sábado, 5 de mayo, a Castiliscar, donde se celebrará la Puesta del Mayo.

La Comarca de las Cinco Villas, Cider Prepirineo y Adefo Cinco Villas, en colaboración con la Comisión de Fiestas del Ayuntamiento de Castiliscar, son las instituciones que organizan esta peculiar ruta de carácter anual.

Los actos en Castiliscar comenzarán mañana, a las 10,00 horas, con la actividad 'Castiliscar de cara a la Estanca', donde se realizará un paseo en canoas tanto para adultos como para niños. Dos horas después, en el camino de la Pauleta, se procederá a cortar el chopo, desbrozarlo y posteriormente arrastrarlo hasta el lugar en el que permanezca erguido durante todo el mes de mayo.

Por último, a las 20,30 horas se desarrollará la puesta del Mayo, en la Plaza Baja, lugar donde más veces se ha levantado. En ese espacio, un panel ofrecerá información sobre la tradición a todos los participantes del acto.

Estas actividades se incluyen en el programa de actos de las Fiestas en honor al Santo Cristo del Castillo que celebra esta localidad cincovillesa desde hoy viernes.

LA TRADICIÓN

El último día de abril o la primera semana de mayo era costumbre en muchos municipios españoles y europeos colocar en alguna plaza, o en la explanada cercana a la iglesia, un gran árbol al que se le denominaba 'mayo'. Los quintos eran los encargados de cortar o comprar cada año el mejor ejemplar. Los jóvenes acudían a la tala y a su posterior desbroce para luego acarrear el mayo hasta el lugar donde sería colocado.

Conseguir mantener verticalmente el mayo era, y es, una tarea complicada. Para ello, se servían de múltiples herramientas como horquillas, cuñas, escaleras, y carros, entre otros utensilios. En algunas zonas, una vez descortezado el árbol, se untaba de jabón o manteca para que quienes pretendieran encaramarse hasta la picota, donde se ponía un premio, lo tuvieran difícil.

En Castiliscar, el mayo se ponía en la media noche del primer sábado de mayo, y los encargados de realizar todas las operaciones hasta su colocación eran también los quintos de ese año, que recibían ayuda de otras personas.