La acusación pide el pago de una multa para la dueña del pitbull que atacó una niña y el sacrificio del perro

La dueña alega que cuando iba a salir de casa el can se escapó antes de que le diera tiempo a cerrar la puerta

Europa Press Asturias
Actualizado: martes, 17 noviembre 2009 13:35

GIJÓN, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -

El juicio por el ataque de un pitbull a una niña de nueve años en el exterior de un hotel en Roces, celebrado en el Juzgado de Instrucción número 1 de Gijón, quedó hoy visto para sentencia. La defensa pidió la libre absolución mientras que la acusación calificó los hechos de una falta de lesiones por imprudencia o una falta contra el interés general, algo determinará la magistrada, por lo que pide unas penas de multa de entre 240 y 288 euros, respectivamente, confirmaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Asimismo, la acusación particular pidió el sacrificio del animal, que se encuentra desde los hechos en la perrera municipal por resolución judicial. El abogado se ampara en este caso en el artículo 127 del Código Penal en concurrencia con la Ley 50/99, que posibilita el sacrificio del perro. También se reservó el ejercicio de acciones civiles posteriores, en lo que se refiere a fijar una indemnización por las lesiones y las posibles secuelas, ya que todavía no se sabe cómo va a evolucionar la pequeña.

En este sentido, el padre de la menor señaló a Europa Press a la salida del juicio que recientemente operaron de nuevo a su hija, aunque añadió que no será la última operación. Por el momento, la niña recuperó la movilidad del brazo, pero todavía se desconoce si podrá recuperar la sensibilidad del mismo por completo.

Por otro lado, durante el juicio la víctima no declaró, al no permitirlo la magistrada, pero sí lo hizo su hermano, que en el momento de los hechos tenía 15 años. El joven, que fue testigo de la agresión, explicó que cuando vio venir al perro corriendo hacia ellos se puso en medio del animal y la niña, pero el animal le esquivó y se fue a por la pequeña. Aunque el perro se tiró a morder al cuello, la actitud defensiva de la niña que levantó el brazo evitó que las consecuencias pudieran habido ser mayores.

Por su parte, la acusada declaró que cuando iba a salir de su casa, próxima al hotel, con unas bolsas en las manos, el perro se escapó antes de que le diera tiempo a cerrar la puerta. Asimismo, en la vista oral quedó aclarado que el perro disponía de seguro de responsabilidad civil, como obliga la Ley para los animales considerados peligrosos, pero el tomador del citado seguro no es ella sino otra persona.

En cuanto a la licencia para tenencia de animales peligrosos, indicó que aunque la sacó, no la renovó, por lo que cuando ocurrió la agresión estaba caducada. En su defensa testificó un hombre que señaló que cuando coincidía con la mujer que estaba paseando al perro, siempre lo llevaba atado. Además, indicó que poco antes de la agresión lo vio atado en la casa.

Los hechos tuvieron lugar hace un año, el 9 de noviembre de 2008. La niña estaba acompañada de un hermano con el que estaba en el aparcamiento del hotel. Supuestamente, el animal pertenecía a una de las casas cercanas y se escapó de la dueña.

En el ataque el animal se tiró al cuello de la pequeña pero al levantar ésta las manos para defenderse el perro le mordió finalmente en el brazo, que casi se lo destrozó. El animal se asió con los dientes fuertemente al brazo y ni la dueña ni el hermano de la pequeña podían evitar que siguiera mordiéndola. Una vez separados, el hermano avisó a los padres que aún permanecían en el hotel.

Asimismo, se dio avisó a la Policía y se taponó la herida de la niña con una toalla del hotel. La pequeña fue posteriormente trasladada por la patrulla al hospital de Jove, donde fue intervenida. Como secuelas le quedan múltiples cicatrices, una de ellas de 12 centímetros, aunque está pendiente una valoración final.

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