La Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo condena la "suspensión de garantías" en Honduras

Actualizado: lunes, 28 septiembre 2009 19:59

OVIEDO, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -

El director de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo del Gobierno del Principado, Rafael Palacios, al cumplirse los tres meses del golpe de Estado en Honduras, condenó hoy la "suspensión de las garantías constitucionales" y la "dictadura instaurada por la oligarquía y la extrema derecha hondureña, con el respaldo de sectores militares y económicos de los EEUU, la complicidad con el crimen organizado, el narcotráfico y las instituciones y por la cobertura ideológica de medios de comunicación y jerarquías de las iglesias católica y evangélica".

La Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo del Gobierno del Principado de Asturias exigió así la restitución de la "legalidad democrática" del país, así como la restitución inmediata del Presidente electo Menuel Zelaya. Palacios Reclamó además garantías constitucionales, el cumplimiento de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario para las personas encerradas en la Embajada de Brasil y para las personas que se manifiestan.

También solicitó, a través de una nota de prensa, la apertura de cauces de investigación, que garanticen el enjuiciamiento de los "responsables del golpe de estado y el castigo a los violadores de los derechos humanos", así como la interrupción inmediata de todo tipo de cooperación militar, diplomática y económica, y la apertura de investigaciones "que aclaren las acusaciones de complicidad de la Embajada de los EEUU y los organismos de inteligencia de los EEUU en el golpe de estado y la incidencia del Gobierno del Estado español en el seno de la UE con vistas a mantener la presión diplomática sobre las fuerzas ilegítimas que hoy controlan las instituciones de Honduras hasta poner fin a esta situación".

Entre las denuncias públicas realizadas hoy por Palacios se encuentra el "ensañamiento especial y brutal contra las mujeres, niños y niñas y jóvenes, más si son negros o indígenas, lo que demuestra un odio racista de la policía y el ejército hondureño", además de la utilización de "venenos químicos y material de guerra irregular contra ciudadanos civiles desarmados.