La Audiencia Provincial confirma el sobreseimiento del caso de Sheila Barrero

Actualizado: martes, 20 mayo 2008 13:58

 

   OVIEDO, 20 (EUROPA PRESS)

   La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias ha emitido un auto en el que desestima el recurso de apelación interpuesto por la familia de la joven Sheila Barrero, asesinada en el concejo de Degaña en enero de 2004 y cuyo caso sigue sin resolverse.

   El juzgado de Instrucción de Cangas del Narcea dictó el 22 de octubre de 2007 el sobreseimiento provisional por falta de pruebas, un archivo ante el que la familia de la joven asesinada decidió recurrir apoyándose en los indicios que veían en el único imputado hasta el momento, un joven leonés con el que mantuvo una relación.

   Ahora, la Audiencia Provincial, en un auto al que ha tenido acceso Europa Press, confirma la decisión del sobreseimiento del caso y el archivo de las diligencias. Los jueces no consideran que los argumentos de la familia sean suficientes, aunque precisan que el auto de sobreseimiento "no comporta el cierre definitivo de las diligencias" las cuales "podrán reabrirse si concurrieran méritos para ello".

   En los razonamientos jurídicos, la Audiencia considera que los indicios racionales de criminalidad existentes en relación con el joven leonés imputado B. V. G. a "lo más que llegan es a erigir sospechas" y "no se pueden apreciar motivos suficientes como para mantener una acusación contra el sospechoso".

   En el auto, el tribunal rechaza cada uno de los indicios argumentados por la familia en el recurso. Así y en cuanto a la presencia de residuos de disparo en la mano derecha y ropa del imputado, la Audiencia considera que el tiempo transcurrido entre el disparo y la toma de muestras "es suficiente para descartar que las halladas en el imputado fuesen consecuencia directa del disparo que causó la muerte de la víctima". Por ello, el tribunal entiende que "se debilita la consistencia del indicio que pudiera poner de la mano del joven la ejecución de la muerte". Asimismo, y en relación a la procedencia de un casquillo recogido en el interior del vehículo también se considera "como poco dudoso" por parte de los jueces.

   Sobre el segundo indicio, el hallazgo de una fibra de color azul, perteneciente a la chaqueta del imputado en la bufanda encontrada en el vehículo, la Audiencia considera que es "manifiestamente insuficiente" al no incorporar el "único filamento ninguna característica de exclusividad dado lo corriente de la prenda de procedencia y la más probable presencia del imputado en otras ocasiones en el vehículo".

   El tercer indicio presentado por la familia es el que relacionada con la diligencia de entrada y registro en el domicilio del abuelo materno del imputado. Con esto, la familia pretende demostrar el acceso del joven leonés a un arma corta, que "sería la que disparó a la víctima". Ante este indicio, la Audiencia sostiene que "lo relevante para la causa es que ni el arma apareció ni se concluyó su preexistencia más allá de meros rumores, ni los casquillos se corresponden con la munición utilizada para ejecutar la muerte, pues ninguno de ellos era de calibre de 6,35".

   En cuanto al cuarto indicio relativo a los movimientos del imputado la noche de la muerte de Sheila Barrero, el argumento impugnatorio "no pasa de la simple sospecha" al suponer cuestionar la credibilidad de los testigos que desvinculaban al joven en el lugar del crimen.

   También considera la Audiencia que la tesis de inspiración del crimen "tiene una gran carga de subjetividad". En el recurso se apunta como posible causa del crimen la incapacidad del imputado para soportar la persistencia de la víctima de mantener una relación que él quería zanjar. El tribunal considera que "no menos razonable es entender que esa molestia no tiene porque representar el incentivo de tan desmedida actuación, por lo que el argumento no parece guardar relación de proporcionalidad con la consecuencia que se trata de atribuir al imputado".

   Sheila Barrero fue hallada muerta el 25 de enero del 2004, en las inmediaciones del puerto de Cerredo, a medio camino entre el pub de Villablino (León) en el que trabajaba y su domicilio en Degaña (Asturias), con un disparo en la cabeza.

   La única persona detenida por este suceso fue un antiguo compañero, con el que se la relacionaba a nivel sentimental, al que se le practicaron varias pruebas en busca de restos de pólvora, que resultaron positivas. No obstante, el joven alegó que había estado cazando en fechas previas.