Cogersa adjudica el proyecto y obra de la planta de biometanización en 19,1 millones

OVIEDO, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

La comisión delegada del Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa), que preside el Consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras, Francisco González Buendía, aprobó hoy adjudicar a la empresa Sufi S.A. - del Grupo Sacyr Vallehermoso- el proyecto, la construcción y la puesta en funcionamiento de la futura planta de biometanización por un importe total de 19.107.400,84 euros.

Según informó el Principado a través de una nota de prensa, el nuevo equipamiento, que se integrará en el Centro de Tratamiento de Residuos que el Consorcio posee entre los concejos de Gijón, Llanera, Corvera y Carreño, tendrá capacidad para tratar 30.000 toneladas anuales de materia orgánica seleccionada en origen, aunque sería posible realizar una ampliación hasta las 60.000 toneladas al año, llevando la inversión hasta los 26,5 millones de euros, en una segunda fase de licitación.

El consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras, destacó que con esta planta, Asturias da "un importante paso adelante en el reciclaje pues con ella no sólo se mejorará en los datos de recuperación de materiales biodegradables, sino que además se conseguirá reducir su depósito en vertedero y generar energía limpia".

En la primera fase de planta de biometanización de Cogersa se producirán anualmente unas 5.600 toneladas de compost (una enmienda orgánica que se puede emplear como fertilizante de suelos cultivables) cuya calidad dependerá de la correcta selección en origen de la materia orgánica.

Además, durante el proceso se llegará a producir 3.300.000 metros cúbicos anuales de biogás, parte del cual será canalizado hasta la planta de aprovechamiento energético que Cogersa posee en las instalaciones de Serín y que en este momento, transforma ya en electricidad el biogás extraído del Vertedero Central de Asturias. El resto será utilizado dentro del propio proceso. En el equipo de motoalternadores de Cogersa, con una potencia instalada que actualmente ya alcanza los 7 MW, ese combustible natural se transformará en unos 2,5 GWh al año de energía limpia que será exportada a la red eléctrica.

En cuanto a la repercusión sobre los niveles actuales de reciclaje de Cogersa, se calcula que la puesta en marcha de las dos fases de la planta de Biometanización significará un aumento de casi el 50 por ciento respecto a la capacidad actual, pues las 60.000 toneladas de materia orgánica que se podrán recuperar se sumarán a la planta de reciclaje de papel/cartón (puede tratar hasta 50.000 toneladas al año), la planta de reciclaje de envases ligeros (hasta 12.000 toneladas al año), las instalaciones de clasificación de vidrio (hasta 25.000 toneladas al año) y la planta de compostaje actual (hasta 25.000 toneladas al año).

La futura planta de biometanización de Cogersa ocupará una superficie de 20.000 metros cuadrados. Es sólo parte de la explanada que se está construyendo actualmente en las proximidades del Vertedero Central de Asturias, en una obra que va ligada al sellado de la fase antigua del depósito de residuos no peligrosos y que cuenta con un presupuesto de 2,3 millones de euros.

Por otra parte, el Consejo de Administración de Cogersa aprobó hoy dedicar una ayuda económica de 300.000 euros a la instalación en Asturias de un Ecocentro, es decir, un equipamiento que se dedicará a la recogida selectiva, clasificación, tratamiento y fomento de la reutilización de residuos voluminosos -muebles y enseres-, aparatos eléctricos y electrónicos, ropa y libros, entre otros.

Es una de las primeras actuaciones vinculadas al plan especial de fomento del reciclaje y de la recogida selectiva de residuos que se aprobó el pasado mes de diciembre en la Junta de Gobierno del Consorcio, con una asignación total de dos millones de euros.

El futuro Ecocentro de Asturias tendrá una estructura y un modo de funcionamiento similar a los que ya operan en otras Comunidades Autónomas como País Vasco. Partirá de la recogida "puerta a puerta" de los residuos reutilizables y finalizará con la venta al público del material ya recuperado en un establecimiento comercial de productos de segunda mano que será ubicado en el centro de Asturias. Lo habitual es que este tipo de instalaciones sean puestas en marcha por entidades sin ánimo de lucro y con fines sociales.