OVIEDO, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
La economista María José Mochales, que llevó los servicios de contabilidad de la Fundación Niemeyer desde el año 2006 hasta 2010, ha dicho este lunes que dejó de prestar esos servicios porque en ese momento no contaba con suficiente información. "Yo hago las cosas mientras estoy segura, no puedo contabilizar cosas que no conozco", ha explicado.
Mochales ha comparecido ante la comisión de la Junta General del Principado de Asturias (JGPA) que investiga posibles irregularidades en la gestión de la Fundación.
Los trabajos que realizaba para la Fundación consistían en hacer la contabilidad, los impuestos, las nóminas y los servicios sociales. Ha dejado claro que ella contabilizaba las facturas, pero que no le correspondía labor de control sobre en qué se había gastado el dinero. Hacía las cuentas anuales de la Fundación y las trasladaba al patronato.
Ella estaba al frente de una empresa externa. Fue el exdirector del centro, Natalio Grueso, quien requirió sus servicios para este asunto mediante un "contrato verbal". El propio Grueso le entregaba las facturas en un sobre. Otras veces era la mujer de Grueso. Y posteriormente otras personas. Fue Mochales la que se encargó de buscar a una mujer para que la contrataran en la Fundación y se ocupara de esas cuestiones.
