OVIEDO 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
El actor belga Fabrice Adde habló hoy en rueda de prensa sobre su participación en la película 'El Dorado' que se ha podido ver estos días en Gijón con motivo de la 46 edición del Festival Internacional de Cine de Gijón. El actor destacó que no cree que haya un estilo de cine belga determinado, pero que si hay "muy buenas" escuelas de actores en su país.
La película cuenta la historia de Yvan, un cuarentón con bastantes malas pulgas que se dedica a la compra-venta de coches de época. Una tarde, descubre en su casa a un joven drogadicto, Elie, Fabrice Adde, que ha entrado para robarle. Por alguna extraña razón, Yvan se apiada de él y acepta llevarle a casa de sus padres, en algún lugar cerca de la frontera con Francia, con un viejo Chevrolet con el que recorrerán Bélgica. Se trata de un viaje, "en cierto sentido fue una 'road-movie'. Nos instalamos, recogemos, viajamos y otra vez, es un círculo y vamos interactuando con el paisaje y las personas que se acercan a ver qué pasa", comentó Fabrice Adde.
La historia surge de un suceso real que le ocurrió al director de la cinta, el francés Bouli Lanners, quien también interpreta a Yvan. "Los dos personajes están en la búsqueda de algo, tienen unas expectativas", manifestó Fabrice Adde. "Este tipo de Personajes buscan algo y partimos de la idea de la historia de amplitud para provocar que el espectador se ría y de esta manera se abra al posterior drama", explicó.
El título de 'El Dorado' muestra esa búsqueda de un paraíso perdido, difícil de encontrar y también hace referencia al coche que en un principio se iba a utilizar para la película, un Cadillac modelo 'el dorado' aunque finalmente se utilizó un Chevrolet Caprice, "pero el nombre de 'Capricho' hacia totalmente diferente la historia", explicó el actor.
El actor belga aprovechó para defender a los actores pero también entiende que es muy fácil darle el papel de fontanero a un fontanero o el de fulana a una fulana. "Mi pasión es el arte dramático, y considero que es una trampa pensar que se puede ser actor sin más", comentó.
Para Fabrice Adde, los directores cometen el error en muchas ocasiones de realizar películas sin pensar en los actores, aunque también considera que un actor debe ser "autónomo". "Un actor tiene que pasar por teatro, los actores de teatro pueden hacer cine más fácilmente que los actores de cine pasarse al teatro", declaró.
En su primera aparición en el cine, Fabrice Adde, interpreta a un ladrón que inicia un viaje con la persona a la que pretendía robar, una historia que combina humor y drama durante toda la cinta. "En Suecia y Alemania por ejemplo, se considera un drama, mientras que en los países del Sur es considerada una comedia", comentó. "Pasar de las risas a las lágrimas es la gran baza de la película" manifestó el actor belga.
"La vida no es lineal y la película es como la vida, a veces estamos alegres, tristes o incluso traicioneros", explicó Fabrice Adde, y aseguró que lo importante en la película es que el espectador tenga la capacidad de interpretar la historia. "Todo se trata de ver la película con distintos ángulos", añadió.
La película que esta entre otras 50 cintas belgas para ser seleccionada para los Oscars, aún no ha pasado la última selección, pero Fabrice Adde, asegura que eso no le da de comer.