OVIEDO, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Gobierno del Principado aprobó hoy 17 decretos de protección patrimonial del entorno de los monumentos prerrománicos asturianos inscritos en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, así como de las cuevas de La Peña de Candamo y El Pindal, también incluídas hace ahora un año en la lista. Por último, se ha delimitado el entorno de protección de otras ocho cuevas con arte rupestre paleolítico.
También se ha dado luz verde a la primera declaración de un Bien de Interés Cultural de carácter industrial, según informó el Gobierno asturiano en una nota de prensa. La Fábrica de Loza de San Claudio, creada en 1901, constituye un referente dentro de la historia industrial asturiana, por la relevancia de su producción y por haber dado continuidad a la tradicional producción cerámica existente en el Principado de Asturias.
Con su declaración como Bien de Interés Cultural se garantiza que cualquier actuación futura sobre sus instalaciones se ajuste a criterios que compatibilicen el respeto a los valores patrimoniales con la necesaria y posible adecuación a nuevos usos.
Ocho de los decretos ahora aprobados permiten delimitar el entorno de protección de nueve elementos asturianos inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Se trata de las cuevas de La Peña de Candamo y de El Pindal en Ribadedeva, así como de los siguientes monumentos prerrománicos: San Julián de los Prados, Cámara Santa, La Foncalada, San Miguel de Lillo, Santa María de Naranco, Santa Cristina de Lena y San Salvador de Valdediós, en Villaviciosa.
El conjunto de entornos de protección ahora aprobados para cuevas que cuentan con arte paleolítico rupestre tiene en común el hecho de afectar, en su mayor parte, a cavidades localizadas en relieves cársticos, con lo que ello supone de necesidad de controlar el área circundante a las mismas que tiene incidencia directa sobre sus condiciones medioambientales, fundamentalmente a través de las infiltraciones de agua.
Los entornos de protección se adaptan a las condiciones hidrográficas, de infiltración y topográficas del ámbito en el que se emplazan las cavidades, con el fin de controlar las actuaciones que en los mismos se puedan producir y que tengan incidencia directa sobre la cavidad.
El gobierno asturiano recordó que la protección del conjunto de 48 cuevas de arte ruprestre paleolítico existentes en Asturias fue un compromiso del Gobierno asturiano para esta legislatura. A los entornos hoy aprobados seguirá el resto de los correspondientes a ese conjunto, algo que se materializará durante la presente legislatura.
