El Hospital de Cabueñes (Gijón) comenzará a usar este año inyecciones de botox para tratar la incontinencia urinaria

Actualizado: martes, 8 abril 2008 18:35

El hospital gijonés acogerá mañana una operación del eminente doctor Peter Rehder, quien aplicará la técnica creada por él en 2007

GIJÓN, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -

El hospital de Cabueñes formará parte de un grupo de diez centros médicos españoles que aplicarán botox en pacientes con incontinencia urinaria, que en España sólo se usa en otros diez hospitales desde finales de 2006. El método comenzará a aplicarse en Gijón este año, aunque la fecha está pendiente de la autorización de la Dirección Médica del hospital. Así lo manifestaron hoy, en rueda de prensa, el jefe del Servicio de Urología del hospital de Cabueñes, Valentín Muruamendiaraz, y el adjunto del encargado de la Sección de Urodinámica del Servicio de Urología de Cabueñes, Luis Rodríguez Villamil.

Ambos presentaron la XVI Reunión Nacional del Grupo de Urología Funcional, femenina y Urodinámica de la Asociación Española de Urología, que se celebrará los días 10 y 11 de este mes, en la que se tratará de debatir, entre otras cosas, sobre las dosis necesarias de botox y su aplicación en este segundo grupo de hospitales. También se convocará una beca para un residente, por un periodo de un año, para que coordine todos los datos del proyecto, desde información sobre cada paciente hasta los resultados obtenidos, de cara a hacer un archivo centralizado.

Villamil explicó que las inyecciones de botox ya se están utilizando en Cabueñes en otras áreas, como Reumatología o Neurología. Las inyecciones paralizan las fibras musculares de la vejiga para impedir que se escape la orina involuntariamente aunque deben ser renovadas cada seis o siete meses, ya que en ese periodo de tiempo el botox desaparece. "Se trata de un manejo sencillo y con complicaciones cero", añadió.

Según él, el único riesgo que se corre es que el paciente no pueda llegar a orinar por un exceso en la dosis de botox. Esto se solucionaría realizando a posteriori un sondaje vesical. No obstante, recordó que al desaparecer en unos meses el botox, en la siguiente inyección se puede ajustar la dosis.

Asimismo, señaló que los pacientes pueden sufrir de incontinencia derivada de un esfuerzo -sobre todo mujeres a consecuencia del parto-- o por contracciones de la vejiga. Para estos últimos pacientes con vejiga hiperactiva que provoca que haya más ganas de orinar o que se escape la orina -especialmente mujeres tras la menopausia-- es para quien está indicada esta técnica.

Aunque en un principio en las primeras operaciones que se realicen los pacientes quedarán ingresados en observación, la idea es que sea una cirugía ambulatoria en poco tiempo. Las inyecciones se aplicarán con anestesia local.

También está indicada para enfermos de esclerosis múltiple, pacientes neurológicos o con parkinson, diabéticos, o parapléjicos, muchos de los cuales sufren de incontinencia urinaria. De hecho, se va a realizar un estudio sobre las vejigas de los parapléjicos, vinculado a la Urodinámica.

Respecto a la enfermedad, apuntó que la incontinencia urinaria es más frecuente a partir de los 55 años. Esto, unido a la población envejecida que tiene Asturias, conlleva que cada vez se den más casos.

Según afirmó, cada vez son menos los pacientes que les da vergüenza informar a su médico sobre su problema de incontinencia, aunque en el caso de los varones el problema suele surgir más en las últimas décadas de la vida. Para él, se ha dado un importante avance en las mujeres a la hora de consultar acerca de este problema, especialmente por la aparición en los medios de comunicación que ayudó a que se vea como algo normal y asociado sobre todo a la edad.

Además esta enfermedad tiene un gasto importante en pañales. De hecho, indicó que el pasado año el Principado gastó ocho millones de euros en este concepto. Villamil indicó que a este problema se une el que los pacientes de incontinencia tienen mayor riesgo de sufrir fracturas de hueso, como consecuencia de tener que levantarse por la noche de forma precipitada para ir al baño. También son más propensas a las depresiones las mujeres menopáusicas que la sufren.

"Es muy invalidante", dijo por su parte el doctor Muruamendiaraz, quien apuntó que la incontinencia urinaria impide al paciente el llevar a cabo una vida normal.

Por otro lado, en el encuentro se hablará también de una patología bastante nueva, que es el síndrome del atrapamiento del nervio pudendo, que afecta especialmente a mujeres jóvenes. La incidencia es bajísima, aunque causa muchas molestias. Esta patología se trata con electroestimulación o tratamiento quirúrgico.

Asimismo, mientras que en los casos de incontinencia por esfuerzo un 90 por ciento se soluciona con cirugía, aunque primero se prueba con ejercicio, en los derivados por la hiperactividad de la vejiga o el desgaste lo que se aplica es tratamiento médico, que ahora contará con la alternativa del botox.

Hasta la fecha, en lo que respecta a las mujeres, lo que se aplicaba era la colocación de una cinta para controlar el problema. Villamil avanzó que en esta reunión nacional van a tratar de estudiar por qué hay tantos tipos de cinta, dependiendo del fabricante. Según él, la idea es que se vaya hacia la unificación.

También se coloca en otros casos un esfínter artificial, sobre todo a los hombres, que consiste en un manguito que rodea la uretra y que conecta con una bomba que da presión y que esta a su vez va unida a otro manguito que lleva un activador o desactivador que impide que se escape la orina. No obstante, el aparato debe activarlo el paciente cuando quiera ir al baño. En este sentido, señaló que esta técnica es muy cara.

NUEVA TÉCNICA.

Frente a la utilización de esta técnica, está el método creado por el doctor Peter Rehder, denominado 'Ad-Vance', que consiste en la aplicación de una cinta --parecida a la que se pone a las mujeres_que se coloca por debajo de la uretra membranosa. Precisamente, Rehder, aprovechando su visita a Asturias para participar en el congreso, realizará mañana una operación en el hospital de Cabueñes para mostrar como se aplica esta técnica. El paciente será un hombre operado hace dos años de próstata. El doctor Muruamendiaraz puntualizó que este método sirve para las patologías leves, no así para pacientes que ya precisan de pañales para dormir.

Rehder, que trabaja en Austria y puso en funcionamiento está técnica en febrero de 2007, lleva aplicándola ya en más de 900 casos, con un éxito del 80 por ciento. No obstante, cabe destacar que los pacientes han sido previamente seleccionados por él para concretar los que más susceptibles para que la técnica funcionara. El sistema de Rehder se aplicó por primera vez en España el pasado enero y en Asturias el doctor hizo una demostración en Oviedo, como la que hará mañana, hace unas semanas.

150 CONGRESISTAS.

Respecto al encuentro nacional de Urología que se celebrará en el Palacio de Congresos, al que asistirán unos 150 profesionales, Muruamendiaraz destacó la presencia de dos ponentes extranjeros, el citado doctor Rehder y la doctora Constantini, quien hablará sobre su experiencia en el uso de mallas en el tratamiento del suelo pélvico.

También se realizará un taller de trabajo con prácticas en un simulador sobre neuromoduladores -el conocido marcapasos vesical--, al que hay apuntados ya unos 30 congresistas.