Investigan cómo la flora es capaz de sobrevivir en suelos mineros contaminados de Palencia

OVIEDO 28 May. (EUROPA PRESS) -

El grupo de investigación de Prospección y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en colaboración con el grupo ISYMA de la Universidad de Oviedo, ha llevado a cabo un estudio sobre el riesgo ecológico en una antigua explotación minera de arsénico y cobre localizada en Palencia.

La investigación, publicada en 'Environmental Geochemistry and Health', analiza cómo las propiedades del suelo y la disponibilidad de metales y metaloides influyen en la presencia de vegetación en este entorno "extremadamente contaminado". Según ha informado la UPM en nota de prensa, los resultados obtenidos ofrecen "información valiosa" para diseñar estrategias de restauración ambiental en áreas mineras degradadas, subrayando la necesidad de tener en cuenta tanto los niveles de contaminación como las condiciones edáficas específicas del terreno.

El complejo minero en la que se realizó el estudio se encuentra abandonado desde mediados del siglo XX y dejó tras de sí suelos con concentraciones de arsénico y cobre hasta mil veces superiores a los niveles genéricos considerados seguros para las plantas. A pesar de esta elevada contaminación, los investigadores observaron que algunas zonas conservan cobertura vegetal, mientras que otras permanecen completamente estériles.

Este contraste se explica por el pH del suelo y el contenido de materia orgánica. Los investigadores han explicado que ambos parámetros afectan directamente a la capacidad de las plantas para absorber los contaminantes presentes en el suelo. En las zonas más ácidas y con menos materia orgánica, como los alrededores de la antigua planta de procesamiento, los suelos resultan especialmente inhóspitos para el crecimiento vegetal.

Los resultados del estudio muestran que, aunque las concentraciones totales de metales y metaloides son elevadas, su disponibilidad para las plantas no siempre es proporcional. Por ejemplo, el cobre, esencial para el metabolismo vegetal en pequeñas dosis, alcanza niveles tóxicos en muchas muestras, pero su efecto varía dependiendo de las características del suelo.