Javier Fernández urge a garantizar cuanto antes "la certidumbre institucional"

Javier Fernández
ARMANDO ÁLVAREZ
Actualizado: martes, 19 julio 2016 18:44

"Acabemos con la visión milagrera de la política, tan de moda, y exijamos cada responsabilidad al que le compete", apunta

OVIEDO, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Principado, Javier Fernández, ha manifestado este martes que "garantizar cuanto antes la certidumbre institucional es ya, a estas alturas, una urgencia para España. No se trata de hacer una llamada pomposa a la responsabilidad, llenándonos la boca con la palabra, sino de ser conscientes de lo que nos estamos jugando".

"Cada nave tiene su derrota, y yo no niego la mía, pero ya me dirán si la prolongación de esta situación de gobierno en modo de ahorro energético acabará repercutiendo o no en la marcha de la economía y con qué efectos sobre la actividad empresarial. La seguridad jurídica y la estabilidad son condicionantes para toda inversión importante aquí y en cualquier parte del mundo", añade.

Fernández ha realizado estas manifestaciones durante su discurso en el foro 'Nuevos tiempos, nuevos retos para la empresa asturiana', organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y que se ha celebrado este martes en el Hotel de la reconquista de Oviedo.

Para el jefe del ejecutivo asturiano, la convocatoria de unas terceras elecciones es una opción democrática. "La democracia no se desgasta con el uso de las urnas; la erosionan y la agrietan la corrupción, la desigualdad, la mala gestión y, entre otros factores, la incapacidad", aún así considera que "las terceras elecciones son un descrédito para el conjunto de la clase política".

Sostiene que el auge de los populismos en Europa es una consecuencia de la crisis y de la gestión concreta que se ha hecho de ella. "En cada país, el malestar se ha metabolizado de forma diferente. En unos sitios ha derivado en xenofobia, en una pulsión nacionalista frente al enemigo exterior: Europa nos roba o España nos roba, el estribillo es similar. En otros casos el adversario es interno, la política tradicional, el bipartidismo, las élites, en todos el lenguaje es simplificado y los problemas y las soluciones también. Por eso cuando escucho reprocharles que una vez en el poder no cumplirían sus promesas, pienso que lo peor sería que las pusieran en práctica".

"Si advertimos esta erosión de la democracia representativa que vive Europa, de la fatiga de materiales que sufre la Unión, y de las urgencias que reclama nuestro país, si alguien me pregunta que opino sobre otra repetición electoral. Si me preguntan si me da miedo ese escenario, les diré que sí, el miedo a secas no es en sí mismo una señal de cobardía, sino de lucidez", añade.

SITUACIÓN ECONÓMICA Y POLÍTICA DE ESPAÑA

En cuanto a la situación económica y política actual de España, Javier Fernández ha señalado que asume "sin inconvenientes que estamos en otra fase económica". Con un crecimiento superior al 3%, un notable aumento del consumo interno y una reducción continuada del desempleo -en el Principado encadenamos 33 meses consecutivos de descenso interanual-, "los datos de recuperación son innegables".

El problema, destaca, es que a diferencia de otras épocas este crecimiento no va acompañado de la mengua de la desigualdad. "Ése es un ramal que nos llevaría mucho debate y sobre el cual no insistiré. Piensen, no obstante, que la desigualdad es tanto una consecuencia como una causa del dinamismo económico mal entendido".

Fernández explica que las incertidumbres que ensombrecen el horizonte son conocidas: la repercusión del Brexit, el problema bancario italiano, las exigencias de Bruselas con el déficit, el reconocimiento de China como economía de mercado, la subida de los tipos de interés en EEUU, la caída de las materias primas, los problemas de las economías emergentes o el estancamiento del comercio mundial.

"He citado sólo cuestiones internacionales a propósito. No escapan a nuestro alcance, pero sí a nuestro dominio: es decir, tenemos una capacidad limitada para gobernarlos. Esta distinción es muy importante. La política no lo puede todo -lo cual, en cierto modo, también es a suerte- y que cada administración tiene un radio de acción distinto. Acabemos con la visión milagrera de la política, tan de moda, y exijamos cada responsabilidad al que le compete, sin olvidarnos de nosotros mismos".

"Entender, por ejemplo, que la capacidad del Gobierno de España para obviar la marcha económica internacional es limitada es de sentido común. No exime de incompetencia, pero resulta indiscutible. En cambio, existen asuntos sobre los que sí podemos y debemos tomar decisiones a corto plazo. Se lo digo porque conviene distinguir entre lo que depende de nosotros y lo que no. Esta división es sumamente útil para orientar a la gente en general y mucho más aún para las políticas", añade.