El juicio contra el hostelero acusado de abusar de una empleada en Piloña se celebra esta semana

Europa Press Asturias
Actualizado: domingo, 18 octubre 2009 18:43

OVIEDO 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

El juicio contra el dueño de un hotel de Piloña acusado de agredir sexualmente en 2007 a una empleada se celebrará en el juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo el viernes día 23. Inicialmente la vista oral estaba prevista para 14 de septiembre, pero el abogado del hostelero renunció a su defensa y se pospuso el juicio.

La fiscal solicita tres años de prisión para el dueño del hotel, además del pago de una indemnización a la víctima de 3.000 euros por los daños causados.

Los hechos sucedieron el 8 de junio de 2007, sobre las 15.30 horas, cuando el acusado se encontraba en el cuarto de lavandería del hotel con la denunciante que estaba planchando sábanas. En ese momento, la mujer le preguntó si iba a salir a las fiestas del pueblo, contestando el imputado que no tenía edad.

Posteriormente, A. L. R. cogió a la víctima de la mano "de forma violenta" y la colocó sobre sus genitales al tiempo que le decía "qué, te parece que estoy maduro, pero estoy más verde que un adolescente", según el escrito de la fiscal consultado por Europa Press.

La mujer le rechazó y el acusado le dijo que siempre que bajaban a la lavandería "se ponía así" y que un día no iba a poder controlarse, agarrándola bruscamente y colocándola frente a él, le tocó los pechos y los glúteos apretándola "bruscamente" y colocándola frente a él, según el ministerio público.

La víctima se zafó del acusado y se alejó de él, diciéndole que le daba asco percatándose de que se había bajado los pantalones y exhibía sus genitales, al tiempo que se le insinuaba.

El acusado se subió los pantalones y se acercó a la mujer agarrándola "fuertemente", según la fiscal, y sentándola encima de una mesa, al tiempo que le sujetaba las manos con una mano y con la otra intentaba subirle el mandilón, bajarle las mallas y levantándole el sujetador le tocó los pechos.

La mujer opuso resistencia y consiguió bajarse de la mesa diciéndole el acusado entonces que no quería hacerle nada por la fuerza al tiempo que seguía insistiendo en tener relaciones con la mujer, llegando a ofrecerle dinero.

La víctima, según el escrito del ministerio público , consiguió zafarse y huir por las escaleras amenazando con decírselo a su mujer, agarrándola de nuevo el acusado y tirándola por las escaleras al tiempo que le decía que no se lo contara, que no había pasado nada y que era muy fogoso.

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