"Me han arruinado la vida", dice el joven absuelto por el Supremo tras 32 meses en la cárcel por tráfico de droga

El joven fue detenido como miembro de un grupo que se dedicaba a traer droga desde Colombia oculta en relojes decorativos

El TS considera que con la condena se asumen "excesivos riesgos ante la falta de contundencia de los indicios"

Europa Press Asturias
Actualizado: sábado, 25 julio 2009 18:09
GIJÓN, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

El joven Andrés-Felipe S. S., de 27 años, salió de la cárcel hace un mes después de haber pasado 32 meses en Villabona por un delito de tráfico drogas. El Supremo absolvió al joven tras ser condenado por la Audiencia Provincial a una pena de 11 años y tres meses de prisión y al pago de una multa de 300.000 euros

Andrés-Felipe S. S. llegó a Gijón procedente de Colombia para estudiar ingeniería, carrera que había iniciado en su país, y mantenía desde Asturias un negocio de comercio exterior basado en la compra de productos en China que posteriormente vendía en su país. En el año 2006 fue detenido como miembro de un grupo que se dedicaba a traer cocaína de Colombia oculta en relojes decorativos. La droga incautada en la operación fue valorada por 289.808 euros.

El joven asegura que su detención y el tiempo que pasó en prisión le han supuesto graves perjuicios económicos pero también psicológicos. "Tenía un negocio que era boyante y que perdí por tener que estar en la cárcel", expuso el joven en declaraciones a Europa Press. Aunque lo peor, según aseguró, "fue el daño psicológico". El joven no pudo continuar tampoco con sus estudios ni con la convalidación de las asignaturas que ya había cursado en Colombia.

"El estar en la cárcel con presos de primer grado es evidente que de deja marcado y te fastidian la vida", añadió el joven quien expresó su voluntad de reclamar al Estado una indemnización de 300.000 euros por responsabilidad patrimonial. Asimismo, reclamará también una indemnización por la moto valorada en 13.000 euros que le incautó la Policía por blanqueo de dinero.

El abogado del joven, José Manuel Fernández González, mostró por su parte satisfacción por la decisión del Supremo al permitir que "una persona que era inocente quede en libertad aunque sea después de 32 meses de cárcel".

SENTENCIA DEL SUPREMO

El Supremo estima en su resolución judicial el recurso del joven basado en la vulneración del derecho a la presunción de inocencia al no existir prueba directa o indiciaria que acredite su participación en los hechos.

En opinión del Supremo, en la sentencia de la Audiencia Provincial de Oviedo no pueden "inferirse con rigor la realización de la conducta delictiva imputada". El TS considera que el hecho de que el joven se hallase muy relacionado con uno de los procesados que actualmente se encuentra en busca y captura y que incluso podría inferirse que era conocedor de que se dedicaba a tráfico ilícito y no pudiese descartarse que el impugnante pudiera prestar alguna colaboración, en la sentencia de la Audiencia no se concreta cual.

Para el Supremo es "perfectamente posible" llegar a la conclusión de que Andrés Felipe S. S. sabía que su amigo y compañero de piso se dedicaba al tráfico de droga pero "se ignora en qué podía auxiliarle".

Sobre la captación de personas para figurar como destinatarios de paquetes de droga, el Supremo considera que existían elementos de prueba para implicar al compañero de piso de Andrés Felipe S. S., pero "nada respecto a él". En cuanto a las actividades de cortado de droga, el Supremo recuerda que fue hallado "monitol" en la vivienda en la que vivía el joven, pero en la habitación de su compañero.

De todo ello, la Sala del Supremo entiende que "la inferencia del tribunal es excesivamente abierta y admite otras interpretaciones desde una consideración valorativa de los indicios, no sólo individual o aislada, sino de forma conjunta e interdependiente". El tribunal entiende que se podía asegurar que el recurrente era conocedor de la actividad del compañero de piso, pero "a él ninguna actividad se le ha detectado con claridad mínima, pues ninguna prueba existe de la que se derive el comportamiento que se le imputa".

Por ello, el Supremo considera que con la condena de Andrés Felipe S. S. se asumen "demasiados riesgos ante la falta de contundencia de los indicios que admiten alternativas o explicaciones razonables distintas, convirtiendo en excesivamente abierta y débil la conclusión obtenida".

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