OVIEDO, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
El exdirector general del Centro Niemyer, Natalio Grueso, para el que el Ministerio Fiscal solicita la pena de 11 años de prisión y multa de 24.000 euros por varios delitos de malversación, societario y de insolvencia punible, durante su gestión al frente del centro cultural asturiano, manifestó en la comisión de investigación que se desarrolló en febrero de 2014 que "no podía hacer ni un control diario ni exhaustivo de la contabilidad, porque bastante tenía con crear el mayor y el mejor centro cultural del mundo".
Ante los parlamentarios asturianos que formaron parte de la comisión de investigación que se desarrolló en sede parlamentaria, Natalio Grueso, el 5 de febrero de 2014, defendió su gestión al frente del Centro Niemeyer y acusó al Gobierno de Foro Asturias de "destrozar" el Centro cultural al retirarle las subvenciones. En esa comisión realizó un alegato inicial pero luego se negó a responder a las preguntas de los diputados.
Ese día manifestó que todas sus actuaciones "estaban supervisadas por el patronato, como dicen los estatutos de la fundación". "Por el patronato, que estaba presidido por una Consejera de Cultura, siempre por Consejeras, de Cultura, y por una Vicepresidenta, que fue siempre, desde 2007 hasta la fecha la alcaldesa de Avilés, Pilar Varela (actual Consejera de Servicios y Derechos Sociales)
Grueso afirmó que todos los asuntos los despachaba con ellas. En el caso de la Alcaldesa de Avilés, "con mucha más frecuencia". "A nadie se le puede ocultar que, teniendo las oficinas en la propia sede municipal, despacháramos con la Alcaldesa de Avilés a todas horas", sostuvo.
Señaló que como director general, no estaba entre sus competencias ni en sus facultades llevar la contabilidad de la fundación; "para eso había otras personas contratadas. Y las responsabilidades eran de otros: la formulación de cuentas era responsabilidad de la Presidenta de la fundación y del Secretario".
Reconoció que dentro de los límites de autorizaciones establecidos por el patronato, autorizaba los pagos que tenían relación con el objeto y fines de la fundación, establecidos en el artículo 5 de los estatutos, y sus instrucciones y su comportamiento siempre fueron que se contabilizaran esos pagos y esos gastos.
"En cualquier caso, la forma de facturar y efectuar esos pagos siempre fue validada por el patronato. Siempre, sin excepción, siempre. Nunca se gastó un euro más de lo presupuestado, nunca. Ni siquiera en el último año, cuando hubo un déficit, se gastó un euro más de lo presupuestado", añadió.
"NO HA DESPARECIDO NI UN SOLO EURO"
Además aseguró que todas las facturas fueron intervenidas por el Ayuntamiento de Avilés y siguieron el procedimiento legalmente establecido desde que se presentaron en dicha Administración hasta su pago. "Las facturas, por tanto, han pasado todas las comprobaciones administrativas legalmente establecidas, sin que en ningún momento se haya puesto reparo alguno, sino que su pago fue aprobado por los órganos de control del Ayuntamiento de Avilés", apuntó.
En cuanto a la Administración regional, Grueso explicó también que la fundación siguió siempre, en todo caso, las directrices de la Consejería de Cultura para justificar las subvenciones. "No ha desparecido ni un solo euro, nadie se llevó ni un solo euro de aquí", dejó claro.
"Estoy harto, estoy harto. Llevan ustedes, algunos de ustedes, dos años traspasando todas las fronteras del sentido común, del respeto, de la dignidad, del decoro, de la convivencia social, de la convivencia democrática y, les diría más, de la legalidad", les recriminó Grueso en ese momento a algunos diputados.
