"No hemos estado con los brazos cruzados ni sentados esperando que nos caiga el milagro", dice el exiliado político
GIJÓN/OVIEDO, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El disidente cubano afincado en Gijón, Omar Rodríguez, ha opinado este martes, en una entrevista concedida a Europa Press, que la supresión de ayudas del Estado español a los exiliados del llamado 'Grupo de los 75' que llegaron a España tras acordar con el Gobierno cubano su liberación, pudo haber influenciado en el suicidio de su compatriota Santiago du Bouchet, que se quitó la vida la pasada semana, pero no cree que haya sido determinante a la hora de tomar su decisión, en la que pesó más, a su parecer la lejanía de Cuba y el desarraigo familiar.
"El exilio no es fácil y el destierro es muy duro", ha ahondado antes de precisar que él conoció y trabajó con Bouchet -los dos ejercieron el periodismo allí-- y señalar de este que era una persona "ecuánime y objetiva y que nunca quiso abandonar Cuba". "Solo culparía al Gobierno de Cuba por arrancar a Bouchet de su tierra y enviarlo a lo desconocido", ha añadido.
"VULNERABILIDAD TOTAL"
Asimismo, ha alertado sobre la situación de "vulnerabilidad total" que vive tanto él como tantos otros ex presos políticos del citado 'Grupo de los 75' y ha achacado la supresión de las ayudas, no al Gobierno actual del PP, sino a la herencia de los socialistas, que no supieron manejar bien la situación y recibir a tantos exiliados en poco tiempo, según él.
De hecho, ha incidido en que no fue un beneficio humanitario a presos políticos sino que el Gobierno del PSOE hizo un beneficio tácito al de Cuba. Un acuerdo del que responsabiliza también a la Iglesia católica cubana, que medió en la liberación.
Sin embargo, ha dicho confiar en que el Gobierno del PP logre una solución al problema que vive él y la mayor parte de disidentes cubanos. "Esperemos que pueda resolver civilizadamente esta situación tan difícil", ha dicho. Si no se resuelve, "quedaremos todos en total desamparo en esta sociedad que nos abrió las puertas", ha alertado.
Rodríguez ha recalcado que la situación es "doblemente" difícil para ellos porque su acreditación y trayectoria profesional cubana no cuenta en España, por lo que deben empezar de cero. En este sentido, ha indicado que él mismo ha hecho tres cursos de cualificación profesional diferentes a su labor periodística en Cuba, uno de cocinero, otro de carpintería metálica y otro de carretillero.
"No hemos estado con los brazos cruzados ni sentados esperando que nos caiga el milagro", ha dejado claro, al tiempo que ha remarcado que conoció todos los rincones de Gijón de ir repartiendo su currículum.
CRECE LA REPRESIÓN EN CUBA
En su caso, el Gobierno le adeuda tres meses de ayudas -180 euros por miembro familiar--, solo trabaja su mujer por unas horas y él no ha encontrado trabajo desde que llegó a España en julio de 2010. Además, tienen que pagar el alquiler de un piso porque es incompatible el recibir esas ayudas con la vivienda que le había cedido una ONG a su llegada a Gijón. "Estamos todos pasando por lo mismo", ha advertido, no obstante, al tiempo que ha recordado que muchos tienen niños y personas mayores a su cargo.
Preguntado por la situación en Cuba, ha indicado que quien diga que está mejorando está desinformado, ya que la represión, según él, "ha ido creciendo". Ha puesto de ejemplo lo ocurrido durante la visita del Papa, en la que fue "espeluznante" la cifra de detenidos y se pudo ver cómo agredían a un disidente. Si eso es así con el Papa y la prensa internacional en la isla, se ha preguntado sobre "qué pasará dentro de Cuba cuando nadie la mire". "Se actúa con total impunidad", ha lamentado.
