OVIEDO 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
El concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Oviedo, José Suárez Arias-Cachero, anunció en rueda de prensa celebrada hoy que 'Las botellas del señor Klein', de Óscar Calavia, ha sido galardonada con el Premio Internacional de novela Tigre Juan de Oviedo en su XXXI edición.
"En está edición se presentaron 50 obras de seis países diferentes, España, México, Argentina, Guatemala, Estados Unidos y Bolivia", informó Arias-Cachero. El premio está dotado con 54.000 euros distribuidos en dos partes, 40.000 euros para el autor de la obra y 14.000 destinados a un apoyo publicitario a la editorial de la novela ganadora.
Esta convocatoria está destinada a premiar la mejor novela publicada en lengua española por cualquier editorial de cualquier país del mundo, siempre que sea la primera de su autor, y haya sido editada entre el 1 de setiembre de 2007 y el 31 de agosto de 2008, excluyéndose las traducciones, según explicó el concejal de Cultura.
El jurado compuesto por Fernando Araújo Vélez, Benigno Dou Machin, Pablo Sergio González Rodríguez, Nuria Azancot Caum, Juan Ignacio García Garzón, José María Guelbenzu Fernández, Tino Pertierra, Josefina Martínez e Ignacio Gracia Noriega y presidido por José Suárez Arias-Cachero, decidió tras un debate "reñido" otorgar a la obra de Óscar Calavia este galardón que pretende convertir a Oviedo y al premio en una referencia en esta especialidad.
'Las botellas del señor Klein', según informó José María Guelbenzu, miembro del jurado y escritor, columnista y crítico literario de El País, obtuvó el apoyo por parte de cinco miembros del jurado mientras que la otra finalista, 'Nadie debería matar en otoño' contó con el apoyo de los otros cuatro miembros del jurado. "Ha habido una votación bastante reñida y al final se ha alzado con el premio esta obra".
Óscar Calavia nació en Logroño en 1959, actualmente reside en Brasil y ha sido galardonado con este premio por su obra que sitúa a dos personajes inmortales un escritor y un lector en dos islas opuestas. La novela parte de una vieja leyenda Polinesia, en la que se dice que dios crea el mundo con intención de que se acabe.
Según declaró José María Guelbenzu, "se trata de una novela fragmentaria y poliédrica que trata el tema de la soledad, el cuerpo y la interioridad". Asimismo manifestó que "es una obra de muy buena calidad literaria escrita por una persona culta y expresada de forma muy literaria".