OVIEDO, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Empleo, Industria y Turismo, Isaac Pola, ha afirmado que Asturias es "quizás" la región del Estado español que puede verse más afectada por una transición energética que no este "debidamente adaptada y programada a la evolución tecnológica". En ese sentido, ha destacado que un cierre de determinadas instalaciones de generación eléctrica podría afectar al precio final de la energía.
A través de unas declaraciones distribuidas por el Principado, Pola se ha manifestado así momentos antes del comienzo de la reunión del Foro por la Industria, donde se han presentado los resultados de los grupo de trabajo con propuestas de actuación que, según Pola, se "concretaran y sustanciaran" a lo largo del ejercicio de 2018. El Foro, donde participan los agentes firmantes de la concertación social -Gobierno, FADE y los dos sindicatos mayoritarias-, desempeña una función de "observatorio de la industria regional", según Pola.
Por otro lado, ha recordado que la subasta eléctrica tiene una vigencia "limitada en el tiempo". "Es una subasta de transición hasta mayo del 2018 donde entrará en vigor el nuevo mecanismo de subasta de interrumpibilidad, por una parte, y por otra esos mecanismos complementarios alternativos, vía peajes o fiscalidad que trataran de favorecer un escenario competitivo para nuestra industria electrointensiva", ha indicado.
El consejero también se ha pronunciado sobre el cierre de la central térmica de Lada, sobre lo que ha dicho que por el momento hay encima de la mesa una solicitud de Iberdrola para cerrar Lada y Velilla. "Es un procedimiento administrativo que tiene una tramitación que corresponde al Ministerio", ha apuntado.
Además, ha señalado que desde el Principado han mostrado su preocupación por que el cierre de Lada sea el "síntoma" de una transición energética "que no este debidamente ordenada, pausada y adaptada a la evolución de la tecnología".
Así, ha manifestado que Asturias es quizá la región del Estado español que pude verse más afectada por una transición energética que no este debidamente adaptada y programada a la evolución tecnológica, "por las implicaciones que ello pueda tener".
"Una de ellas, aparte de las cuestiones ambientales y energéticas, es la afección sobre el precio final de la energía que podría generar un cierre desordenado de determinadas instalaciones de generación eléctrica", ha sentenciado.
