La Policía detiene a tres personas por hurtos en diez supermercados de Gijón

Utilizaban bañadores de mujer y fajas para ocultar los artículos y eludir los sistemas de alarmas

Europa Press Asturias
Actualizado: viernes, 13 febrero 2015 15:09

GIJÓN, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Gijón a dos hombres y una mujer que fueron sorprendidos hurtando productos en un supermercado, los cuales ocultaban entre sus ropas, según una nota de prensa de la Comisaría gijonesa. El valor de la mercancía incautada no alcanzaba los 2.000 euros.

Los tres arrestados formaban parte de un grupo organizado itinerante con base en Madrid, especialista en la comisión de hurtos de productos de pequeña envergadura y fáciles de esconder al paso de la línea de cajas. A ellos se les atribuye el hurto en diez supermercados de Gijón, cuya ubicación tenían previamente marcada en el navegador del coche intervenido.

De acuerdo al relato policial, los agentes acudieron sobre las 11.00 horas del pasado miércoles a un supermercado, donde una cajera tenía problemas con una mujer que había sido sorprendida llevando unos alimentos y productos de cosmética. A la llegada de los agentes, la mujer accedió a pagar la mercancía que portaba sin poner ninguna objeción, mientras comentaba que había sido un descuido.

No obstante, se comprobó que tenía numerosos antecedentes por delitos similares, por lo que se le realizó un discreto seguimiento, que llevó a la detención no solo de ella, sino de otros dos hombres que la esperaban a bordo de un vehículo.

En el registro del coche, asimismo, se encontraron numerosos productos en el maletero y entre los asientos traseros, sin que ninguno de los tres pudiera aportar ningún ticket de comprar ni explicar el lugar de adquisición. Estos habían sido sustraídos en varios supermercados de Gijón, en los que estas personas habían eludido los sistemas de seguridad utilizando para ello bañadores y fajas que vestían debajo de sus ropas.

Habitualmente se llevaban latas de conservas, tabletas de chocolate, chicles, cuñas de queso y embutidos, así como productos de limpieza, higiene íntima y perfumería ocultos entre sus ropas, y solo abonaban productos de escaso valor para justificar su presencia en esa superficie.

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