OVIEDO 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Villaviciosa, reclamó hoy al equipo de Gobierno, formado por URAS y PP, "mesura" y políticas de austeridad en el actual contexto de crisis, descartando la organización de "comidas multitudinarias", según expuso hoy el portavoz socialista en Villaviciosa, Pedro Castro.
Precisamente una comida ofrecida por el Ayuntamiento a cosecheros en las 'Jornadas de las Fabas de Villaviciosa', con un coste que puede estar entre 3.000 y 4.000 euros ha sido motivo de enfrentamiento entre los dos socios de Gobierno, según publica hoy el diario La Voz de Asturias.
Según señaló Pedro Castro, es necesario acabar con las "farturas", una práctica que dijo que está heredada del anterior equipo de gobierno maliayo, compuesto íntegramente por el PP. Castro añadió que el consistorio ha de tener las medidas de cortesía que sean necesarias, pero siempre sin despilfarrar. El problema que ven desde el PSOE, no es que se haga una comida para los cosecheros, que son unos 20 o 30. "Lo malo es que a esa comida terminaban yendo 200 personas", dijo.
Así, el Grupo socialista apoya al edil del URAS Rogelio Estrada, que también se ha mostrado contrario a la comida. Desde el PSOE señalaron que el presupuesto que se va en dinero para restaurantes es muy elevado, si se compara con otras cuestiones que deberían ser prioritarias.
El concejal socialista Manuel Tuero, explicó que hace aproximadamente un mes se celebró una comisión en la que se dictaminó sobre este asunto. La postura de los socialistas era mantener una reunión con los cosecheros y plantearles la posibilidad de emplear ese dinero para ayudarles en su sector o, si querían la comida, ofrecérsela, pero sólo a los profesionales, sin invitados externos.
Tanto los tres miembros del PSOE en la comisión, como Rogelio Estrada votaron en contra, mientras que, por parte del PP, los concejales Juan Basilio González y Carmen Bonera votaron a favor de la comida. Ana López Montes, también del PP, se abstuvo. Finalmente el dictamen no fue obedecido, y la decisión final de celebrar la comida quedó en manos del teniente alcalde Juan Basilio González, que decidió contratar la polémica comida, según la versión del PSOE.