Satse alerta de la situación de las UCIs en Cabueñes, con hasta 3 o 4 pacientes COVID por enfermera

El personal de enfermería aseguran sufrir una carga de trabajo "desproporcionada e inasumible"

Hospital de Cabueñes
Hospital de Cabueñes - EUROPA PRESS - Archivo
Europa Press Asturias
Publicado: viernes, 20 noviembre 2020 12:47

GIJÓN, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha dado la voz de alarma este viernes sobre la situación en la que se encuentran las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) destinadas a pacientes COVID en el Hospital de Cabueñes, con una ratio por enfermera de hasta cuatro pacientes.

Una carga de trabajo que consideran "desproporcionada e inasumible" y que complica mantener unos cuidados de calidad, según una nota de prensa del sindicato.

Por este motivo, no es la primera vez que SATSE Asturias ha trasladado su preocupación a la Administración por diferentes vías, tanto a la Gerencia del Área Sanitaria V como al Servicio de Salud del Principado, Sespa, y a la Consejería de Salud.

Unas advertencias a las que por el momento no se ha dado solución alguna para aligerar la sobrecarga asistencial que sufren las enfermeras en las UCIs, motivada por la escasez de profesionales disponibles para el refuerzo de estos servicios.

Sobre esta cuestión, han recordado que se requieren unos niveles muy altos de atención y responsabilidad para desarrollar esta labor. Además, mientras la ratio apropiada para una unidad de cuidados intensivos no debería ser superior a dos pacientes por enfermera por el tipo de trabajo que se desarrolla, en el caso de Cabueñes se están enfrentando desde hace semanas a tres y hasta cuatro pacientes COVID por profesional.

Es más, han incidido en que puede generar situaciones comprometidas para los profesionales de enfermería, debido a la elevada presión asistencial, que puede repercutir negativamente en la
calidad de la atención prestada al usuario. "Así no se puede trabajar", se han lamentado.

A esto han sumado que la escasez de profesionales en las UCIs se traduce, por ejemplo, en que las enfermeras tengan que permanecer hasta seis horas con el equipo de protección individual (EPI) puesto, llegando incluso a las nueve horas en horario nocturno.

Incluso han llamado la atención sobre que gran parte del personal destinado ahora mismo a las UCIs COVID de Cabueñes carece de experiencia previa en este tipo de unidades.

Otro inconveniente añadido al que apuntan está relacionado con las propias infraestructuras, pues al tratarse de UCIs habilitadas de urgencia en espacios no pensados inicialmente para ello, la operatividad de los mismos y el desempeño del trabajo de Enfermería
"se ven comprometidos", han asegurado.

"No queremos ser alarmistas, pero la prestación de los cuidados adecuados se complica cuando se trabaja con este sobreesfuerzo y con la presión añadida de no saber si podrás llegar a todo", han remarcado.

"Corremos además el riesgo de que la extraordinaria presión laboral y emocional a la que se ven sometidas las enfermeras termine por pasarles factura, con repercusiones en su salud, si se ven
obligadas a soportar esta situación durante un periodo prolongado de tiempo", han indicado, al tiempo que han recordado que llevan arrastrando "una sobrecarga física y psicológica" desde hace meses, que ahora se ha agravado, según SATSE.

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