Sucesos.-Una mujer imputada por narcotráfico accede a la oficina del fiscal antidroga y le amenaza a gritos

Actualizado: sábado, 31 enero 2009 19:57

OVIEDO, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

Una mujer imputada en un procedimiento por narcotráfico, L.G.A., consiguió acceder a los despachos de los fiscales, en el Palacio de Justicia de Oviedo y protagonizó un tenso episodio con el fiscal especial antidroga de Asturias, José Perals, a quien llegó a amenazar a gritos. Finalmente tuvo que ser detenida por un delito de desobediencia y otro de amenazas y puesta a disposición del Juzgado de Guardia, según confirmó José Perals a Europa Press.

Los hechos sucedieron ayer, aproximadamente a las 13.30 horas, cuando la mujer se presentó en el Palacio de Justicia de Oviedo con la intención de ver a Perals. Los funcionarios le informaron de que no podía entrar y que el fiscal antidroga sólo recibiría a su abogado.

Sin embargo, la mujer consiguió burlar las instrucciones y accedió a las dependencias de los despachos de los fiscales. Logró así entrar en el despacho del fiscal antidroga, que se encontraba en su interior, de semiespaldas a la puerta, trabajando en el ordenador. La mujer se sentó en una de las sillas de visita del despacho.

Cuando Perals se dio cuenta de la presencia de una persona en su despacho se giró y en ese momento la imputada le dijo: "Va a escucharme". El fiscal, reconoció a la mujer como imputada en un procedimiento de narcotráfico por lo que le dijo que abandonara el despacho. Pero ella se negó con expresiones como "yo de aquí no me muevo", exigiendo a Perals que la escuchase. Éste le explicó que únicamente hablaría con su abogado, pero la mujer se negó e insistía en hablar directamente con él.

La situación obligó a que el fiscal tuviera que abandonar su despacho y avisar a los agentes de seguridad del edifico para que desalojaran a la imputada de su despacho. Una vez que se personaron los agentes y a pesar de que se le requirió por el servicio de seguridad reiteradamente para que abandonara las dependencias de fiscalía, señalándole que se trataba de un despacho oficial y que no podía acceder libremente al mismo, y apercibiéndole expresamente de que si no lo abandonaba podría incurrir en un delito de desobediencia, la mujer seguía negándose a marcharse.

Pero tras reiteradas órdenes la imputada, finalmente, hizo ademán de abandonar el lugar. Fue en ese momento, cuando, dirigiéndose al fiscal antidroga, empezó a proferir a gritos frases del tipo "me voy a encargar de que esto no quede así", " ya me encargaré de que no llegue a ningún lugar", "no va a llegar a la Audiencia Nacional, que ya me encargaré yo, aunque sea lo último que haga en mi vida". Finalmente, fue detenida.