OVIEDO, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
El acusado de atropellar a su ex novia el 31 de marzo en un paso de peatones del barrio de La Corredoria de Oviedo declaró que está "en contra de la violencia de género" y añadió que "es un hombre pacífico". Juan Ramón F. G., de 46 años, con antecedentes por malos tratos, realizó estas manifestaciones durante su derecho a la última palabra en la vista oral que se celebró hoy en el Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo. El caso quedó visto para sentencia.
El procesado, primero en declarar, negó en todo momento haber atropellado a la denunciante y sostuvo que desconocía la existencia una orden de alejamiento dictada por un Juzgado de Avilés por otra denuncia por malos tratos, a pesar de que había firmado la notificación de esa medida.
Juan Ramón F. G. declaró que el día de los hechos habían "chateado" por internet y ella le había citado en dos ocasiones para devolverle sus pertenencias que aún permanecían en el domicilio de la víctima. A lo largo de la tarde hablaron por teléfono pero ella le dijo que no podían quedar porque no se encontraba en casa.
Alrededor de la una de la madrugada, según la versión del detenido, se encontró con la víctima debajo de su casa. Él estaba dentro de la autocaravana y ella le recriminó por la ventanilla del conductor que le diera sus cosas. Al no llegar a ningún acuerdo, el dio marcha atrás y luego abandonó el lugar "lentamente". En ese instante el escuchó un "golpe" y siguió su camino.
Posteriormente, y tras sufrir una crisis de ansiedad y epiléptica, acudió al hospital con su ex mujer a la que recogió en el domicilio de esta. "No paraba de acosarme con llamadas telefónicas y ello me creó mucha ansiedad", argumentó el acusado.
"ME PIDIÓ 1.000 EUROS".
Por su parte, la víctima, Julia B. F., de 21 años, que acudió con un collarín, declaró que su ex novio y padre de sus dos hijos, la atropelló con la autocaravana. La joven reconoció que había "chateado" esa tarde con el acusado y que le había pedido una cita para devolverse las cosas y para dejarle dinero. "Él me decía que estaba en la calle sin nada, pero estaba en casa de su ex mujer", apuntó la denunciante. "Me pidió 1.000 euros y yo le contesté que no era el banco de España", añadió la víctima.
Julia B. F. explicó que cuando él la llamó esa tarde no podía quedar porque había quedado con otra persona, aún así se vieron debajo de la casa de la víctima. La joven relató que después mantener una conversación "escueta" y no llegar a un acuerdo, el acusado dio marcha atrás y que cuando ella se disponía a cruzar "aceleró rápidamente" y la atropelló sin que "tuviese tiempo a reaccionar".
La víctima reconoció que el acusado la había agredido otra en otras ocasiones y que después de haber cortado la relación la expiaba detrás de la puerta y le cogía teléfonos de su móvil cuando en alguna ocasiones "se queda a dormir en casa".
TESTIGOS.
Por su parte, los policías que acudieron al lugar del suceso y que declararon hoy como testigos sostuvieron que cuando llegaron se encontraron a una mujer tendida en un paso de peatones y que se quejaba de dolores en la espala y en el cuello.
Los agentes también relataron que un hombre la estaba socorriendo en primera instancia. Ese hombre testificó hoy que se acercó a la víctima después de escuchar "un fuerte golpe" y observar como se alejaba "a gran velocidad" una auto caravana.
Por último el médico forense testificó que el collarín es una medida terapéutica para los cuadros de latigazo cervical, aunque resaltó que es "conveniente pero no imprescindible". El doctor señaló además que si el collarín se utiliza más días de los diagnosticados "puede atrofiar los músculos".
Esta aseveración la realizó a preguntas de la abogada del acusado, Florinda García, que mantuvo que la víctima lleva el collarín durante once días cuando el médico le recomendaba dos o tres días.
CONCLUSIONES.
En las conclusiones finales, el fiscal y la acusación particular mantiene la petición de pena de cuatro años y medio de prisión por un delito de lesiones y ocho meses por el quebrantamiento de la orden de alejamiento.
La acusación particular destacó que la declaración de su patrocinada fue "clara, rotunda y consecuente" y añadió de que "no existe ninguna duda de que la joven sufrió unas lesiones por el impacto contra el vehículo".
Por su parte, la defensa pidió la libre absolución para el procesado al asegurar que la autocaravana "no sufrió ni un rasguño" y al entender que no existen pruebas suficientes que incriminen a su patrocinado por lo que defendió el derecho de 'indubio pro reo'.
Florinda García descartó además que existe un delito de lesiones ya que la víctima no tuvo un seguimiento de tratamiento médico ni quirúrgico por lo que presentó como pena alternativa una falta de lesiones.
El hombre, cuya identidad responde a las iniciales J. R. F., ingresó, el 3 de abril, en prisión por un delito de lesiones y quebrantamiento de medida cautelar, al tener una orden de alejamiento de 500 metros desde diciembre del año 2007.
En los pasillos del juzgado, la víctima, en declaraciones a los periodistas relató que el acusado tardó un año en reconocer a sus dos hijos y que "siempre estaba pendiente de las cosas materiales pero nunca miraba para sus hijos".