Tribunales.- Los hijos del acusado de matar a su ex mujer en Oviedo sostienen que "tenía intención de asesinarla"

Los psicólogos descartan que el procesado tenga un trastorno o alteración mental y lo describen como "autoritario y controlador"

La acusación solicita que que se imponga al imputado la prohibición de acercarse a sus hijos a menos de 800 metros durante 14 años

Europa Press Asturias
Actualizado: martes, 7 octubre 2008 17:07
OVIEDO, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los hijos de José Ramón T., de 71 años de edad, acusado de matar a su ex mujer, el 1 de febrero de 2007, en la calle Capitán Almeida de Oviedo, declararon hoy que su padre "ya tenía pensado" acabar con la vida de su ex esposa. Añadieron además que su madre se encerraba en su habitación con cerrojo "por miedo", aunque afirmaron que el procesado nunca maltrató físicamente a la víctima.

Tres de los cuatro hijos del acusado declararon hoy en la segunda sesión del juicio que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial. Las partes presentarán mañana sus conclusiones y el jurado comenzará con las deliberaciones.

El primero de los hijos en declarar fue Joel T. que manifestó haber intentado ayudar a su padre a buscar un piso para vivir tras el divorcio. "No quería ir a ver los pisos que yo le buscaba, él siempre me decía que sabía lo que tenía que hacer", apuntó.

Joel T. señaló que habló con su madre a las 9.00 horas, "fue una llamada normal" --dijo-- "nos dimos los buenos días". Posteriormente, a las 9.30 horas, recibió la llamada de su padre alertándole de que se pusiese en viaje porque había matado a su madre. "Iba conduciendo y casi tengo un accidente", añadió el testigo.

"La relación entre mis padres era distante, cada uno dormía en una habitación y hacía sus cosas. Yo creo que tenía pensado matar a mi madre", apuntó.

En este mismo sentido declaró el hijo menor que vivía en el hogar familiar, José T. Este testigo relató que la convivencia "era mala pero llevadera" y que "entre ellos no había ninguna relación afectiva". Este hijo comentó que las discusiones comenzaban normalmente por cuestiones económicas. "Mi padre tenía el poder económico y la fuerza", añadió. Este testigo relató además que su mujer tenía una salud débil ya que sufría una enfermedad degenerativa de los huesos.

José T. señaló que en la pareja "había reproches mutuos". Comentó que la noche antes tuvieron una discusión antes de acostarse porque su padre se negaba a darle a su madre los recibos de la casa ya que al día siguiente, el día del crimen, el procesado debía abandonar la vivienda. "Mi padre es muy controlador, muy autoritario y con una mentalidad de los años 60", añadió.

Por su parte, otro de los hijos del procesado, Carlos T., señaló que su padre "ya tenía preparado lo que iba a hacer". "Mi padre estaba muy enfadado y pensaba que mi madre era la culpable de que tuviera que abandonar el hogar familiar", añadió.

SIN REMORDIMIENTO

Por otro lado, peritos adscritos al Juzgado que examinaron el psicológicamente al acusado descartaron algún trastorno o alteración mental. "El procesado no está apenado por remordimiento de conciencia sino por su situación penal", apuntó uno de los peritos.

Este experto destacó también que el acusado nunca dice cosas positivas de su ex mujer. "Decía cosas como que ella le perjudicó mucho, estaba siempre gastando dinero y quería que se fuese de casa", apuntó, y añadió que el procesado "nunca expresa ningún comentario que hiciese pensar que no deseaba que ocurriese lo que sucedió".

Por su parte, otros peritos destacaron que el hombre vivió un estado "pasional intenso" que le movió a cometer el crimen aunque señalaron que lo cometió "totalmente consciente de sus actos y diferenciando el bien del mal".

Los psicólogos explicaron que el acusado tiene un carácter "rígido, controlador y egocéntrico". "Era una persona que se sentía ninguneado por su ex mujer". Según los expertos cometió el crimen para dejar claro "quien mandaba en casa y quien se quedaría con el dinero y con la vivienda".

En este mismo sentido, se pronunció una trabajadora social que señaló que el procesado "hablaba con desprecio de la víctima". "En algunas ocasiones, durante la entrevista, él imitaba su voz ridiculizándola", añadió.

ENTRE 10 Y 30 MINUTOS DE AGONÍA

Por otra parte, los forenses destacaron que la mujer tardó entre 10 y 30 minutos en morir después de recibir "una tormenta de puñaladas", según un médico. "Estuvo consciente mientras recibía los pinchazos", añadió.

Los forenses resaltaron que la mujer tenía heridas en sus manos de intentar evitar el ataque y concluyeron que la muerte fue provocada por una hemorragia interna. "Tenía afectados los pulmones, el hígado, el diafragma y el bazo. Zonas vitales y muy sangrantes que acumulan el 70 por ciento del fluido sanguíneo", explicaron los médicos.

PENAS

La acusación particular modificó su escrito provisional de calificación y consideró que el acusado es culpable de un delito de homicidio para el que pidió 25 años de prisión al concurrir las circunstancias agravantes de abuso de superioridad, ensañamiento y parentesco. Además, la letrada de la familia, María Consuelo Suárez, solicita que el acusado resida fuera del Principado de Asturias al salir de prisión y de forma subsidiaria, la prohibición de acercarse a sus cuatro hijos a menos de 800 metros durante 14 años.

Por su parte, la fiscalía y la defensa mantienen sus escritos provisionales. El fiscal, Gabriel Bernal, pide para el acusado una pena de 14 años de prisión y el pago de una indemnización de 57.000 euros para cada uno de sus cuatro hijos, al entender que existe un delito de homicidio.

Por su parte, el abogado de la defensa, Ignacio Botas, se mostró disconforme con los relatos del ministerio fiscal y de la acusación particular al argumentar que el acusado "no tenía intención de dar muerte a su ex esposa". Por ello, solicita la pena de un año de prisión por un delito de homicidio imprudente al concurrir las circunstancias de atenuante de obcecación, arrebato pasional, confesión y reparación del daño, de forma subsidiaria, pide la pena de 3 años y nueve meses de prisión.

Contenido patrocinado