El TSJA confirma la sentencia de 20 años de cárcel para el hombre que asesinó a su mujer en La Corredoria

Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA)
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 22 marzo 2012 15:01

OVIEDO, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por Manuel Rodríguez Peñayos contra la decisión de la Audiencia Provincial por matar a su mujer en la calle de La estrecha en el barrio de La Corredoria de Oviedo el 27 de febrero de 2010.

Por ello, el tribunal confirma la sentencia de 20 años de prisión por un delito de asesinato, concurriendo la agravante de parentesco y la atenuante simple por analogía de alteración psíquica, y al pago de una indemnización a sus dos hijos en la suma de 60.000 euros a cada uno de ellos.

El TSJA entiende que el relato de hechos probados de la sentencia es "concluyente" en cuanto a la descripción de las múltiples lesiones causadas a la víctima y en cuanto a su naturaleza, precisando también la secuencia de las mismas, indicándose como en primeramente con un cuchillo de grandes dimensiones el condenado apuñaló a la víctima dos veces en la zona abdominal, "acción esta mas que suficiente para causar la muerte", pero a continuación, con la víctima viva, "le clavó el cuchillo en la cabeza varias veces y le produjo diversos cortes en cara, cuello, párpados y comisura de los labios, lesiones estas innecesarias para causar la muerte y que supusieron un evidente aumento de dolor y sufrimiento".

Los hechos se produjeron la noche del 27 de febrero del 2010. Encontrándose el matrimonio a solas en el domicilio, Manuel Rodríguez Peñayos cogió un cuchillo de supervivencia de monte, con una hoja de 19 centímetros de largo y 3 centímetros en la parte más ancha y el lomo de sierra y sorprendió a su esposa Isabel Larriet, en el salón de su domicilio conyugal, sito en La Corredoria, en Oviedo.

Y con el firme propósito de acabar con su vida, le asestó una "brutal" puñalada en el abdomen, produciendo una herida inciso-punzante de 3,6 centímetros; extrajo el cuchillo y la apuñaló de nuevo a la altura del bazo, rompiéndolo.

A continuación, le clavó el cuchillo en el cuero cabelludo, al menos cuatro veces, provocando heridas punzantes entre 1 y 4 centímetros aproximadamente, con tanta fuerza que le fracturó una parte del cráneo y lo astilló.

Según la sentencia, "continuó la salvaje agresión" clavándole el cuchillo en la cara y el cuello, al menos cinco veces, sin que la víctima tuviera reales posibilidades de defensa, tal como él pretendía, por la muy superior fuerza física del acusado, el arma blanca utilizada y la ausencia de otras personas en el piso que pudieran auxiliarla.

La víctima sólo consiguió levantar las manos y los brazos, en un desesperado intento por salvar la vida, recibiendo cortes también en el dorso de ambas manos y en el antebrazo izquierdo, con la parte de sierra del cuchillo. Todo ello produjo una hemorragia aguda masiva y, finalmente, la parada cardiorrespiratoria que le causó la muerte.