SANTANDER, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
La escritora Clara Usón se teme que las "pulsiones nacionalistas" se estén "recrudeciendo" en Europa con la crisis económica, en una situación parecida a la que, de alguna forma, recrea en su novela 'La chica del este', ambientada en la guerra que asoló la ex Yugoslavia en los años 90.
Un país "aparentemente" unido, en el que, sin embargo, a la muerte del general Tito y cuando arreció, como ahora, la crisis económica, sus distintos lideres "azuzaron" los viejos "odios nacionalistas" que la "historia oficial" había querido "diluir".
Allí, el "sueño" de una Europa "próspera" se hizo "añicos", al igual que la "supuesta armonía" de ese país, que "saltó en pedazos", y personas "oficialmente" comunistas y ateos, "de la noche a la mañana", se volvieron, "todos", religiosos
Los líderes políticos "encaminaron", "con sangre fría", al país "hacia la guerra", y todo en beneficio suyo, para "afianzar" sus propias posiciones políticas, con la contribución de intelectuales e incluso poetas.
Un esquema que se "repite" en un tiempo en el que late la "sensación" de que "quienes nos mandan no tienen ningún control" y en el que se recurre al mismo mecanismo, el empleado en Yugoslavia y sintetizado por Göebbels (el responsable nazi de Propaganda): la búsqueda de un enemigo o culpable.
Cuando esto sucede, lo "primero" es el miedo, pero luego "se pierde el miedo al miedo" y es cuando se comienza a actuar.
Por eso, Usón lamenta que "no se haya aprendido de la historia" y ahora, ha denunciado, se esté señalando como enemigos a colectivos como los inmigrantes o los musulmanes, desde países como Francia o Alemania.
En este momento, igual que cuando Yugoslavia parecía unida, se da el fenómeno de que "todos estaban muy contentos de ser europeos, pero ha llegado la crisis y todo el mundo mira para sí", una actitud de la que ha puesto como ejemplo las recientes críticas de Francia a España.
CULPA Y SACRIFICIO
El de Yugoslavia es un conflicto "no cerrado", del que se acaba de conmemorar su 20 aniversario. Pese a que fue una guerra "muy filmada", apenas se ha escrito sobre ella, y "siempre" desde la perspectiva de las víctimas, de modo que esta novela es una de las pocas que adopta el punto de vista serbio.
Sirve como "telón de fondo" de la historia de Ana, que inspira a 'La chica del este', novela que Usón presenta este miércoles en la Tribuna Literaria de la Obra Social de Caja Cantabria.
Es una historia que Usón se encontró hace años, cuando trabajaba en 'Corazón de Napalm' (Premio Biblioteca Breve de 2009), pero que no tuvo tiempo a investigar en ese momento, y que retomó, con viajes a los distintos países que en su día conformaron Yugoslavia.
Así recuperó el relato de Ana, una chica de 23 años, "guapa, simpática, extrovertida y muy popular", que, de repente, se vuelve "taciturna" cuando alguien siembra la duda en ella sobre el papel de su padre, Ratko Mladic, comandante en jefe del ejército serbio-bosnio en el asedio de Sarajevo y los crímenes que se le atribuyeron.
La "culpa" le fue "socavando" hasta el punto de que se acaba disparando un tiro en la sien, pero además, ese acto lo ejecuta con la "pistola favorita de su padre", como si "estuviera sacrificando lo que más quería su padre", ella misma.
Fue un sacrificio "vano", pues, a los pocos días de enterrarla, su padre marchó al frente, y allí "perpetró" la matanza de Sebrenica.