Para De la Serna, la construcción del edificio supuso un "golpe de timón", un "punto de inflexión" y un "paso hacia la cumbre"
SANTANDER, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, y Luis Lloreda, hijo del regidor municipal que el 7 de septiembre de 1912 entregó al rey Alfonso XII las llaves del Palacio de la Magdalena han descubierto este sábado una placa conmemorativa del centenario de dicho acto, para rendir así homenaje a un edificio que cambió el "rumbo" de la capital cántabra hacia la historia moderna y abrió la ciudad "al mundo".
En la placa, que también han descubierto una hija y una nieta de Javier González Riancho y Gonzalo Bringas, arquitectos del edificio, puede leerse 'Conmemoración del centenario del Real Palacio de la Magdalena 1912-2012'.
En el acto se ha desarrollado en la fachada sur del emblemático edificio, el enclave "más visitado" de Cantabria y una de las "fortalezas más importantes" de la región, desde el punto de vista turístico y cultural, y ha contado con la asistencia de los miembros de la Corporación municipal, el delegado del Gobierno en la Comunidad, Samuel Ruiz, y exalcaldes de la capital, como Gonzalo Piñeiro, antecesor de De la Serna.
El actual regidor ha pronunciado un discurso en el que ha recordado que este sábado se cumplen cien años y un día de la entrega de las llaves del Palacio de la Magdalena de la familia real a la ciudad, hecho que, a su entender, supuso un "golpe de timón", un "punto de inflexión" y un "paso hacia la cumbre".
Se trata, como ha añadido, de un gesto que vertebró la "ilusión" de un pueblo que "vio crecer al a ciudad", una "apuesta" con la que, como ha subrayado, "todos" hemos "ganado".
En este sentido, ha elogiado la decisión del alcalde de la época, un hombre que entendió que "mirar al futuro con ilusión" es "la mejor manera" de afrontar los "retos del presente".
También ha elogiado De la Serna el "ingenio" de Bringas y Riancho, arquitectos del Palacio a los que se ha referido como "artistas de sueños". Y ha mencionado también la labor que desempeñan las personas que en la actualidad trabajan en el emblemático edificio, "un regalo para los sentidos" y por el que han pasado más de 700.000 personas, entre visitantes, asistentes a cursos de verano o personas que se han casado en él.
FAMA Y CALIDAD
Para finalizar, ha recordado que desde 1912 el Palacio fue, hasta 1932, la residencia estival de los Reyes de España, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, y se convirtió en el emblema de un "nuevo modelo turístico" que atrajo a Santander a la aristocracia de España y Europa.
Así, la capital cántabra adquirió una "fama" que, según De la Serna, era "sinónimo de calidad", y que dio lugar a la creación de villas en las inmediaciones de la Bahía o edificios como el Hotel Real, el Casino o el Hipódromo de Vellavista.
Posteriormente, en 1932, cuando el edificio pasó a ser sede universitaria, Santander se convirtió en la "capital" del conocimiento y la cultura. Esta actividad se vio interrumpida con la Guerra Civil, periodo durante el cual el Palacio hizo las veces de hospital. Después, en 1949 se retomó la actividad docente con Menéndez Pelayo al frente.
A finales del siglo pasado, en 1987, Juan Hormaechea recuperó para la ciudad el Palacio, que fue después rehabilitado, bajo el mandato del alcalde Manuel Huerta.
