El acusado de violar a una chica declara que la relación fue consentida hasta que le pidió "que parase"

Actualizado: miércoles, 18 abril 2007 17:31

La Policía afirma que la presunta víctima tenía la cremallera del pantalón "rota"

SANTANDER, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

Óscar C.A., acusado de violar a una chica en un portal de Torrelavega en diciembre de 2005, ha declarado que la relación fue "de mutuo acuerdo" hasta que ella en un momento dado le pidió que "parase", pero como siguió "un poco más", la joven le mordió un dedo, respondiéndole él con "un bofetón, dos o tres, no me acuerdo. Creía que me arrancaba el dedo".

De esta manera rechazaba el procesado, de 22 años, -que se enfrenta a una pena de 8 años de prisión y una indemnización a la supuesta víctima de 12.000 euros- la acusación de delito de agresión sexual, sosteniendo que la relación mantenida fue "consentida" y a propuesta de la chica, cuando ambos se encontraban a altas hora de la madrugada en la discoteca 'Croker', en la capital del Besaya.

"Nos besamos" y "me dijo que si nos íbamos de allí", de la discoteca, para "enrrollarnos", encaminándose juntos hasta que vieron a una persona que abría un portal. Entonces subieron con ese vecino en el ascensor, y cuando éste se apeó, ella apretó "el último piso", afirmó.

Según el acusado, quien conocía de "varios años" a la chica, ella se empezó a quitar la ropa en el ascensor, y cuando salieron al rellano del piso superior mantuvieron una relación sexual "fogosa" hasta que ella le pidió que parase, quizás por miedo a que "yo eyaculara" profiriendo, la joven "gritos de socorro" cuando la golpeó, por lo que él se marchó.

Agentes de la Policía Nacional afirmaron hoy ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria que cuando ellos llegaron la chica tenía la cremallera del pantalón "rota", y se encontraba tumbada en un rellano de la escalera "llorando, completamente desnuda" y repitiendo la frase "me han violado, me han violado".

Así lo destacaron los agentes que acudieron en la madrugada del 11 de diciembre de 2005 al portal de la calle Juan José Ruano de Torrelavega, desde donde unos vecinos llamaron por teléfono a la Comisaría por los gritos de auxilio que escuchaban desde el rellano del piso superior.

Los agentes explicaron que cuando llegaron, el acusado bajaba las escaleras "vistiéndose" y al ver a la Policía, tiró el bolso de la joven, que según el acusado había cogido "sin darse cuenta" al recoger sus ropas. Además, en el ascensor estaba tirado un tanga de la joven.

Tras llevar a la joven, -que tenía la cara "llena de sangre" porque el 'piercing' de la nariz estaba arrancado-, al Hospital de Sierrallana, condujeron al procesado a Comisaría, donde una vez dentro del calabozo intentó "esconder" la camiseta manchada con sangre en una papelera, así como ponerse el calzoncillo, pues con las prisas se había puesto los pantalones directamente, prendas que fueron recogidas como pruebas.

EL VECINO "NO NOTÓ NADA EXTRAÑO"

Frente a la versión de la acusación particular, que asegura que la joven fue conducida hasta el portal contra su voluntad, el joven que abrió el portal cuando ambos se introdujeron afirmó que "no notó nada extraño".

Este testigo, que trabajó "cuatro meses" con la chica, y que conocía de vista al acusado, dijo que cuando los tres subieron en el ascensor, "ella no le pidió ayuda ni nada por el estilo", y que "creía que habían sido antes novios", bajándose en el cuarto piso sin sospechar nada de lo que iba a ocurrir después.

Por su parte, una amiga de la joven presuntamente violada y conocida también del acusado, dijo que vio a los dos jóvenes en el 'Croker' bailando, y que se estuvieron abrazando y besando.

Esta testigo añadió que una noche antes su amiga y el acusado "habían estado juntos", y que conocía al procesado "del colegio", un chico "majísimo" y "no violento".

El juicio continuará mañana, a las 9.30 horas, con nuevos testigos, la prueba pericial y las conclusiones finales.