Amp.- El acusado de matar a su madre en Valdáliga dice que el asesino pudo apuñalarla cuando se ausentó de la casa

Actualizado: lunes, 19 febrero 2007 19:37

Todos los agentes de la Policía Judicial destacan "la frialdad" del procesado y "de su hermano" cuando ardía la vivienda

SANTANDER, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

El acusado de asesinar a su madre en el interior de la casa de la anciana, una vivienda aislada en San Vicente del Monte (en el municipio cántabro de Valdáliga) ha negado hoy que la apuñalara el 14 de abril de 2004, afirmando que transcurrió al menos "media hora" desde que él se ausentó de la vivienda hasta que regresó, al ver las llamas. Además, apuntó a una estufa como el origen del incendio que se propagó luego, dejando calcinado el cadáver.

El procesado, José Luis B.E., de 57 años de edad y talador de profesión, se enfrenta a la pena de 22 años de prisión que pide la Fiscalía, que sostuvo hoy ante un Jurado Popular en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria que fue el acusado quien propinó "al menos, tres puñaladas" a su madre y "todas ellas mortales" y luego, una vez "muerta", prendió fuego a la cama donde se hallaba el cuerpo para "ocultar las pruebas".

El Ministerio Público apuntó al móvil de que "estuviera cansado de cuidar" a la madre, lo que pudo llevar a asesinarla, ya que ésta tenía 73 años cuando falleció y se encontraba en un estado de salud muy delicado, tras haber pasado por dos masectomías, una úlcera, y un cuadro depresivo.

José Luis B.E., que estuvo en prisión provisional por esta causa del 17 de abril al 7 de julio de 2004, explicó que en la madrugada del día de autos recibió una llamada de su hermano Rafael -que convivía con la anciana-, avisándola del empeoramiento de su estado de salud, por lo que acudió al hogar materno junto con su pareja sentimental, Dominga.

Cuando amaneció, se fueron a trabajar Dominga y Rafael, quedándose a solas el acusado con su madre, quien ese día permaneció en cama. A las 18.30 horas, José Luis B.E. aseguró que salió de la casa -situada en pleno campo- a por pan y "verde" para alimentar a los conejos.

Al regresar, una "media hora o tres cuartos de hora más tarde", vio que salía "humo por debajo de la puerta", entrando rápidamente por el pasillo, llamando "a voces" a la madre, que "no le contestó", asegurando que se tuvo que dar la vuelta y no pudo entrar a buscarla a la habitación porque "no podía pasar más" adentro.

Entonces, fue a intentar activar una manguera que había fuera de la casa, reconociendo que "no fue a buscar a nadie" en busca de ayuda, hasta que un vecino se presentó al ver las llamas.

A preguntas de la fiscal, José Luis B.E. aseguró que esa tarde "no vio a nadie" merodear por la casa, y que el perro "no ladró", como es costumbre cuando ve a extraños.

AL PRINCIPIO SE PENSÓ EN UN ACCIDENTE FORTUITO

Los agentes de la Policía Judicial que trabajaron en el caso indicaron que, cuando llegaron al lugar, se pensó que la anciana había muerto de forma fortuita al declararse el incendio. Fue al día siguiente, cuando la forense dio la alarma de que el cuerpo de la mujer presentaba "tres heridas" de arma blanca, que atravesaban órganos vitales.

Todos los guardias civiles presentes el día de autos destacaron "la frialdad" y la "actitud distante, callada" tanto del acusado como de su hermano, mientras ardía la casa con la madre dentro, "infrecuente" si hubiera sido un trágico accidente.

En este sentido, el subteniente de la Policía Judicial que dirigió la investigación afirmó que "desde el principio" pensó que el presunto asesinato de la anciana se acordó "entre los tres", los "dos hermanos y la nuera -la novia del acusado-", siendo estas tres personas quienes se turnaban para cuidar a la mujer cuando enfermaba.

Los testigos de la Policía Judicial también dejaron constancia de que José Luis B.E. "siempre" ha negado su participación en la muerte de su madre, aunque aquella tarde "nadie" de los alrededores de San Vicente del Monte vio acercarse a ningún extraño hasta la casa.

Por su parte, la Defensa expuso a los miembros del Tribunal que "las cosas, muchas veces parecen de una forma" y "luego, no son de esa forma", solicitando que se atengan a verdaderas pruebas, y no a simples conjeturas.

El fiscal califica los hechos como un delito de asesinato con la agravante de parentesco, y pide también a José Luis B.E. una indemnización de 30.000 euros para su hermano y de 31.855 para el sobrino de la víctima, quien era el propietario de la vivienda. La Defensa, por su parte, pide la libre absolución de su cliente.

El juicio se reanudará mañana, a las 9.30 horas, con la prueba testifical, a lo que continuará un reconocimiento con el Jurado de la casa donde ocurrió la muerte de la anciana, en San Vicente del Monte.