Un año y medio de prisión por apropiarse de la recaudación de dos parkings municipales de Santander

SANTANDER, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

Leopoldo G. C. ha sido condenado a una pena de un año y medio de prisión y una multa de 1.080 euros por apropiarse de la recaudación -77.235 euros- de los aparcamientos municipales de Matías Montero y de la Plaza de la Esperanza, en Santander, entre los meses de enero y febrero de 2005.

Las partes alcanzaron esta mañana un acuerdo antes de iniciarse el juicio en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria, Sala que dictará una sentencia en los mismos términos, que incluyen además una indemnización de 77.235 euros para la empresa SADISA, siendo la responsable civil subsidiaria la entidad Euroibérica S.L., para la que trabajaba el procesado.

El acusado se declaró culpable del delito de apropiación indebida, asumiendo los hechos presentados por la Fiscalía, que inicialmente solicitaba tres años y medio de cárcel y una multa de 4.500 euros.

De esta manera, Leopoldo G.C. reconoció que entre los meses de enero y febrero de 2005, fecha en que trabajaba para la empresa 'Euroibérica S.L.', era el encargado "en exclusiva" de la expedición de tickets y recaudación de ambos aparcamientos, así como del ingreso del dinero en el banco.

Leopoldo G.C. era "el único empleado de dichos aparcamientos -Matías Montero y Plaza de la Esperanza- que tenía acceso a la recaudación de los cajeros a través de un dispositivo de seguridad que sólo él conocía, así como a la caja fuerte en la que se guardaba el dinero".

Según el escrito fiscal, asumido por el acusado, "con ánimo de enriquecerse ilícitamente" se apropió de la recaudación de los días 15 al 31 de enero y 1 al 3 de febrero de 2005 del aparcamiento de Marías Montero, haciendo lo propio con el dinero del parking de la Plaza de la Esperanza entre los días 18 al 31 de enero y 1, 2 3, y 8 de febrero, sumando un total de 77.235 euros.

El juicio estaba previsto que durase hasta el miércoles, pero dado el acuerdo alcanzado, sólo resta que la Sala dicte la sentencia condenatoria.