La asesora de Socueva niega que pretendiera quedarse con el patrimonio

Juicio Socueva
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 4 febrero 2014 14:32

Afirma que "todo" lo que se hizo fue dirigido a pagar a los acreedores e intentar continuar con la actividad de Socueva

SANTANDER, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

El administrador de Cota, la empresa que asesoró a Socueva tras la marcha de la familia Mirones, Miguel Martínez de la Hidalga, ha asegurado que "todo" lo que se hizo fue dirigido a que la constructora pudiera pagar a los acreedores y poder continuar con su actividad, "no a quitarle el patrimonio" para evitar que fuera embargado.

En la segunda sesión del juicio por la quiebra de Socueva, Martínez de la Hidalga, uno de los cinco acusados en la causa, ha aclarado que Cota lo que hace es "asesorar en la gestión al administrador" de la constructora, que era Miguel Tausía --también imputado--, si bien ha señalado que es "imposible determinar" de un "día para otro" la situación en la que se encontraba dicha compañía.

"Como yo en dos días voy a ser capaz de decir: esto está bien o está mal", ha afirmado Martínez de la Hidalga, quien ha señalado que Cota llega a Socueva en un contexto "incontrolado" y que era una "locura" pues la constructora tenía 120 obras adjudicadas y todos los días acudían a reclamar acreedores a los que se les debía dinero.

Por ello, ha explicado que, en esas circunstancias, el "principal problema" no era saber si la empresa "está o no en quiebra" ni parar la empresa para realizar comprobaciones, sino atender a los acreedores que cada día acudían a cobrar y a los que había que pagar para que Socueva pudiese continuar con la actividad.

De hecho, ha explicado que, aunque una de las labores de Cota en Socueva era verificar su contabilidad, es algo que no pudo hacer "nunca" pues el departamento de contabilidad de la constructora --"el mismo" que cuando estaban los hermanos Mirones, ha indicado-- tenía "animadversión total" a "soltar datos" y ha añadido que incluso al propio administrador, Miguel Tausía, le "costaba" conseguirla.

Martínez de la Hidalga ha señalado que "si hubiera sabido" la situación de Socueva no habría perdido los aproximadamente 50 millones de pesetas que, según ha dicho, perdió en esa operación. "Nosotros también creíamos que Socueva era otra cosa", ha añadido el acusado, quien considera que Cota se "equivocó" e hizo una "mala inversión" pues "no cobró".

LA CESIÓN DE CRÉDITOS, PARA "AGILIZAR" LOS PAGOS

Por otra parte, y a preguntas de la acusación, ha señalado que los poderes y los créditos cedidos a la empleada de Cota y también acusada en este juicio, Inés Carmen Serna, eran para "agilizar" los pagos a los acreedores.

En cuanto a la empleada de Cota acusada, Martínez de la Hidalga le ha librado de responsabilidad ya que, según ha dicho, ésta no tenía poder de decisión. "Únicamente firmaba lo que yo le decía", ha aseverado.

Además, ha asegurado que este modo de proceder Cota --estuvo cuatro meses asesorando a Socueva, hasta que fue embargada-- lo hacía en "prácticamente todas las empresas" que colaboraban a gestionar, entre las que Socueva era de los clientes más pequeños. En cuanto a esta fórmula de actuación, ha insistido en que "no se hacía absolutamente nada que no sea en escritura pública y avisando a los acreedores".

Ha insistido en que, en el caso de Socueva, los créditos cedidos a Cota eran "posibles" y a futuro ya que dependían de que las obras pendientes de la constructora se realizasen, algo que finalmente no llegó a producirse pues fue embargada y todos los contratos de rescindidos, por lo que la asesora no recibió ningún dinero por estos créditos.

Ha explicado que en esta operación de cesión de créditos no se les cedió ninguno relacionado con ninguna obra pública ni de las más importantes de Socueva, sino una treintena de obras que eran la "baratija".

Martínez de la Hidalga ha detallado en que se usaban los créditos para pagar a los proveedores de Socueva, dando "cierta preferencia" a aquellos que podían ayudar a terminar las obras frente a otros y continuar con la actividad de la empresa y hacerla "viable" para poder pagar en un futuro a todos. Sin embargo, ha aclarado que "todo el mundo", o casi, de los acreedores de Socueva, cobraron algo de lo que generaba en ese momento la empresa, no todo porque la empresa no generaba lo suficiente para hacer frente a los pagos.

EL PAPEL DE ADPROIN

A preguntas de la acusación, ha desvinculado el cambio de denominación social de Cota Management, que pasa a denominarse a Adproin, con su relación con Socueva y ha negado que el objeto fuera quedarse con las obras que la constructora tenía adjudicadas y que, tras su embargo y desaparición, no pudo ejecutar. "Nada más lejos de la realidad", ha afirmado Martínez de la Hidalga.

Adproin se quedó con dos de las obras que tenía adjudicadas Socueva tras la quiebra de la constructora --dos urbanizaciones, una de Cooperativa de Viviendas 'Duque de Ahumada' y otra con Gestión y Promoción Siglo XXI'-- y contrató a Tausía de forma puntual y como autónomo para que la dirección técnica de las mismas, algo que, según ha aclarado, hizo porque los promotores de las obras se lo "exigieron".

Durante el juicio, varios abogados de las partes han sacado a relucir que Cota Hispania, una de las empresas de Martínez de la Hidalga a las que contrató Socueva, a posteriori de los hechos que se están juzgando en la Audiencia Provincial, entró en concurso de acreedores, que ha sido declarado "culpable" y él, como administrador, ha sido inhabilitado.