Denuncian la situación "límite" de la Policía castreña: tres agentes para 90.000 personas

Publicado: martes, 21 julio 2020 18:26

SANTANDER, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

La sección sindical de APLB en Castro Urdiales ha denunciado la situación "límite" de la Policía Local después de que el pasado domingo se viviera un "caos circulatorio" en las pedanías, principalmente en Oriñón, Sonabia e Islares, por la "masiva afluencia" de vehículos "sin respetar la señalización" y con "algunos conductores con una total falta de civismo".

La Asociación de Policía Local y Bomberos, que entiende la "frustración e impotencia" ante la "falta de respuesta para solucionar" las situaciones generadas en el municipio y el "hastío" de los vecinos, explica en un comunicado que el turno de mañana -de 6.00 a 14.00 horas- del servicio se planificó para ser prestado por "tres" agentes en "todo" el municipio.

Uno de ellos atendiendo a los ciudadanos en la base del Cuerpo y "desbordado con decenas de llamadas" del casco urbano -en el que según ASPL habría ese día unas 80.000-90.000 personas entre residentes y no empadrondos, veraneantes y turistas- y las localidades y los otros dos conformaban la "única patrulla" para responder a todos requerimientos, por lo que "no fue posible" que se desplazara a las pedanías.

"Es inviable prestar un servicio mínimamente aceptable en estas condiciones", sostiene la agrupación, para indicar que la mañana de un domingo de verano comienza con el control de cierre de locales de ocio, "habitualmente" con presencia en la vía pública de personas en condiciones "deplorables" tras el consumo de bebidas alcohólicas u otras sustancias y "en ocasiones con peleas o situaciones similares".

Y continúa, agregan, con "múltiples" requerimientos ciudadanos por situaciones "tan comunes" como vehículos "dificultando" la circulación, paradas de bus o plazas para personas con discapacidad, perros sueltos, colocación "irregular" de terrazas, las normas relacionadas con el Covid-19 como el cierre de playas o uso de mascarillas.

A esto se agregan situaciones "surgen a menudo", como accidentes con o sin heridos, alcoholemias, obras, conflictos vecinales, etc. Algo que "durante los domingos de julio y agosto no es nuevo", sino que "se repite en mayor o menor medida desde hace más de una década y es conocido por los responsables policiales y políticos".

El caso de Oriñón y Sonabia APLB destaca que a la afluencia "masiva" de vehículos para acudir a las playas se une la celebración del mercadillo semanal.

Pero, con todo ello, la adopción de medidas por parte de las administraciones "brilla por su ausencia". En este sentido, señala que el Decreto de Alcaldía que establece para servicios como los domingos por la mañana la presencia "mínima" de dos patrullas de servicio se viene "incumpliendo desde hace años".

Tras aludir a una reyerta un domingo por la mañana en 2019 con dos patrullas y "varios" policías heridos, APLB señala que el pasado viernes 3 de julio, pese a suspenderse el Coso Blanco, el casco urbano fue escenario de celebraciones juveniles de "magnitud similar" a años anteriores, con "gran afluencia" de personas de otros municipios.

Algo "previsible" pero, "aún así, no se reforzó el servicio de noche como se ha venido haciendo en otros años" y la consecuencia fue una noche "plagada de reyertas, agresiones, destrozo de mobiliario urbano, botellones masivos sin cumplir ningún tipo de medida en relación con la transmisión del Covid-19".

Los policías locales de servicio, junto a los agentes de la Guardia Civil, apoyándose en patrullas conjuntas intervinieron "en todos los incidentes en los que les fue posible", desalojando a "cientos" de jóvenes de la zona de San Guillén, colaborando con el 061 en la asistencia a varios heridos, etcétera.

CASTRO URDIALES, CASO ÚNICO

Con todo esto, desde la APLB concluyen que el de Castro Urdiales es, probablemente, un "caso único" entre los municipios de más de 30.000 habitantes de España, ya que "hace 16 años que no se incorpora un nuevo policía a la plantilla" mientras que la población empadronada "no ha hecho más que aumentar y no hablemos de la no empadronada", apostillan.

Además, en este tiempo, la plantilla -que ya "no cumplía" el ratio recomendado legalmente de agentes por número de habitantes- ha visto cómo prácticamente el 25% de sus efectivos se han jubilado o han pasado a la situación de segunda actividad.

Y mientras en los dos últimos ejercicios los principales
ayuntamiento de Cantabria han articulado procesos selectivos para cubrir vacantes, "Castro Urdiales continúa igual". Comparan al respecto que la plantilla de Torrelavega supera los 90
efectivos mientras la castreña "no llega a 40, con sólo 32 para prestar servicio en la calle".