Familiares de fallecidos en el Cabildo aseguran que tienen pesadillas y toman tranquilizantes

Juicio Cabildo
EUROPA PRESS
Europa Press Cantabria
Actualizado: viernes, 14 junio 2013 15:51

SANTANDER 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los familiares de dos de los fallecidos en el derrumbe de El Cabildo, y que también residían en el edificio siniestrado, han asegurado que cinco años y medio después del suceso aún tienen secuelas psicológicas, toman tranquilizantes e, incluso, alguno de ellos, tiene pesadillas.

"No tengo sueño continuo, tengo bastantes pesadillas. Me veo allí entre los escombros y veo a mi hermano", ha relatado este viernes en el juicio L.G.C, que perdió en el derrumbe del edificio número 14 de la Cuesta del Hospital de Santander en 2007a su madre Gumersinda C. y a su hermano Jesús G.C.

Además de familiar de las víctimas, L.G.C., que ha declarado como testigo en el juicio por el derrumbe de El Cabildo, perdió también en el suceso la casa en la que vivía junto a su marido y su hermano F.G.C., ubicada en el segundo piso, tres más abajo que Gumersinda y Jesús.

En su declaración, ha explicado que, a pesar de vivir en otro piso del edificio, la relación con su madre y su hermano fallecido era "totalmente de familia", a quien veía "todos los días" y se llevaban "bastante bien".

Además, ha explicado que actualmente toma tranquilizantes, pero no medicación psiquiátrica porque dejó de tomarla ya que era fuerte y no le permitía levantarse todos los días.

"Sabes que no van a volver y tienes que tiran con ello para adelante", ha dicho esta familiar de dos de las víctimas y afectada por el derribo.

Ha explicado que tanto la vivienda de su madre y su hermano --ubicada en el ático del edificio' y en la que también vivía en régimen de alquiler el otro fallecido, Teodoro M.F.-- como en la que ella vivía en el segundo piso estaban amuebladas "completamente".

Así, ha relatado que pasaron de "no vivir mal" y sin tener que pagar por su vivienda a tenerse que mudar, tras el derrumbe, de alquiler, primero en un edificio de la calle Camilo Alonso Vega con su marido y su hermano, y , posteriormente, en una vivienda protegida del Gobierno de Cantabria por el que pagan unos 240 euros al mes.

En el juicio, en el que ya sólo se está dirimiendo la responsabilidad civil del suceso y las indemnizaciones para los afectados después de que la parte penal quedara resuelta por el acuerdo parcial alcanzado por las partes, también ha declarado su esposo, JC.H, su hermano, F.G.C., que era con el que vivía, otro de sus hermanos D.G.C, y una prima, M.G.C., entre otros.

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