SANTANDER, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
El magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska valoró hoy la recuperación de espacios públicos con la supresión de símbolos de exaltación del terrorismo en el País Vasco y consideró que es una medida que crea confianza en el funcionamiento del Estado de Derecho, frente a la desconfianza que trata de "generar" el terrorismo.
"Lo que buscan los terroristas es la intimidación" a las víctimas, señaló el juez, quien precisó que las víctimas son, además de quienes sufren de manera "inmediata" los atentados, el "conjunto de la sociedad" a la que se pretende "aterrorizar" con esta simbología.
Su supresión permite crear una "conciencia" de que se "cree" en el Estado de Derecho, como una herramienta que es "suficiente para proteger" los derechos de los ciudadanos.
Por su parte, el periodista especializado en información del terrorismo de ETA, Florencio Domínguuez, señaló que para ETA es importante mantener la "presencia en la calle", algo a lo que dotan de "valor simbólico" porque "no aceptan los resultados de las urnas".
El periodista también ensalzó esta estrategia ya que, según indicó, "durante mucho tiempo la calle ha sido controlada por los simpatizantes de ETA". Según explicó, las manifestaciones públicas de rechazo dan "moral social" y "hacen sentir a los ciudadanos que no están solos".
Ambos realizaron estas reflexiones en rueda de prensa, con motivo de su participación en el seminario 'Aproximación de los periodistas al dolor', dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.
No obstante, Grande-Marlaska precisó que en el caso de la retirada de fotos de terroristas de espacios públicos hay que "analizar todas las circunstancias en juego".
Así, preguntó si "es lo mismo" la instalación de imágenes de terroristas en una plaza pública justo en un momento de más presencia en la calle como pueden ser la fiestas del municipio que las que instalen los padres de un etarra en su casa y que sean visibles desde el exterior.
Según sostuvo, en la "voluntad concreta" de este segundo caso no se encuentra sólo el objetivo de "ensalzar", sino que se pueden "conjugar sentimientos" y otros factores.
LAS VÍCTIMAS, "GRANDES OLVIDADAS"
El juez de la Audiencia Nacional incidió en los avances legislativos respecto al papel de las víctimas del terrorismo y su protección en los procesos judiciales, algo en lo que antes se daba un "déficit". Grande-Marlaska lamentó que las víctimas hayan sido las "grandes olvidadas durante mucho tiempo".
El periodista Florencio Domínguez incidió en que terrorismo y medios de comunicación están "inexorablemente unidos" ya que los terroristas pretenden conseguir "impacto mediático", con la elección de escenarios, como el caso de Mallorca, o el atentando en la Casa Cuartel de Burgos, que fue "gráficamente muy vistoso" y que "evocaba" los atentados del IRA en Londres.
Otro de los factores es la "concentración" de atentados en pocos días después de "períodos de baja actividad", lo que produjo "más sobresalto".
El magistrado de la Audiencia Nacional se refirió al tratamiento informativo de los atentados del 11-M, que fue "distinto" al habitual en otros atentados, y del que apuntó que servirá para estudios en el futuro, tanto por los atentado como por el juicio "de recusación" que, en su opinión, se hizo sobre el juez que llevaba el caso.
Por otra parte, el juez Grande Marlaska evitó "entrar" en las denuncias del Partido Popular sobre la diferencia de trato de la justicia a militantes 'populares' y socialistas. "Como juez, creo en la independencia del poder judicial", aseguró.