Más de 23.000 personas siguen en Castro Urdiales la 'Pasión Viviente' de Cristo

Pasión Viviente en Castro Urdiales
TURISMODECANTABRIA.COM
Actualizado: viernes, 29 marzo 2013 18:48

La villa retrocede 2.000 años para revivir el viacrucis de Jesús, con una Fiesta de Interés Turístico Nacional


SANTANDER, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

Más de 23.000 personas han presenciado este Viernes Santo la 'Pasión Viviente' de Jesucristo en Castro Urdiales, en una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional, según han informado fuentes oficiales a Europa Press.

La villa marinera ha acogido esta espectacular representación de las últimas horas de Cristo, en la que toman parte centenares de vecinos y que congrega miles de visitantes en cada edición. La de este año, se ha desarrollado con normalidad. La Dya de Castro ha atendido 32 emergencias, relacionadas en su mayoría (29 casos) con lipotimias, mientras que ha tenido que trasladar a dos personas al Hospital de Cruces en Vizcaya.

Gracias a la 'Pasión Viviente', el casco histórico de Castro Urdiales ha retrocedido más de 2.000 años para revivir el viacrucis de Jesús. A lo largo de más de cuatro horas se han rememorado los momentos más dramáticos de la muerte de Jesucristo.

Se trata de "escenas de un realismo tan estremecedor que permanecen en la retina de los miles de visitantes" que cada año se congregan al pie de la iglesia gótica de Santa María, la Atalaya o el Ayuntamiento, para no perder detalle de la última cena, el juicio del Senado judío, el arrepentimiento de Judas, la crucifixión, la muerte, el descendimiento o la resurrección, según destaca en su web turismodecantabria.com.

"No importa si uno es creyente o no, el fervor, el respeto y el silencio que inundan las avenidas castreñas durante la Pasión, hacen que resulte imposible no estremecerse gracias a la calidad y dramatismo que imprimen los actores", señala el portal de turismo del Gobierno de Cantabria.

Los comienzos de la representación de la Pasión Viviente se remontan al año 1984, cuando un pequeño grupo de amigos, en un campamento de verano dirigido por el sacerdotes Luis Campuzano, decide embarcarse en la aventura de representar la vida de Cristo con personajes vivientes.